Pero para preciosa (y peligrosa) esta víbora
en el sendero de subida al nacimiento del río Mundo.
Esta sí parece decir con su mirada: "¡Eh, tú, el de la
maquinita, no te arrimes demasiao o te endiño
un bocao"
Esta sí parece decir con su mirada: "¡Eh, tú, el de la
maquinita, no te arrimes demasiao o te endiño
un bocao"
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Y aquí termina la serie de ranas, sapos, sapillos, sapetes,
lagartijas, lagartijonas, culebrillas y culebrones con la que he
pretendido distraer algo estos días de estío,
este mes agosteño de calores, calorinas, calorcetes
y barrigas tostándose al sol.
y barrigas tostándose al sol.