La arena grano a grano se desliza entre mis dedos, tiempo fugitivo que no quiere adormecerse en mi mano. Pero puedo regarla con mis lágrimas y convertirla en barro húmedo que se retenga y se deje modelar, acariciar, sólo durante unos instantes, hasta que el reloj seco del Sol lo convierte de nuevo en arena que se escapa con calma, sin ruido. Libre.
(Foto: huellas de animal inidentificado en una playa de la Guajira colombiana)
Me gusta modelar la arena aunque sea con lagrimas...antes que hacer castillos de arena en el aire..
ResponderEliminarUn besito y una estrella.
Mar
Gracias por tu visita a mi eclipse y por tus palabras.
Seguire visitandote..veo que por aqui hay mucho murcianico jeje.
La arena no existiría si no existiese el mar. El mar la fabrica, la acaricia y la modela. Yo creo que se necesitan.
ResponderEliminarUn besico y una estrella para ti también, autora desconocida (¿te parece bien Aldebarán?)