Nueve años cumple este blog. Yo siempre he dicho que cada nueve años hay que cambiar de trabajo, de pareja, de coche y de bicicleta. Añado ahora: y de blog. No es que abandone este mundo bloguero que tantas satisfacciones me ha dado y en el que he encontrado tanta gente maja, pero sí quiero darle un nuevo aire al blog, conservando su esencia. En definitiva solo voy a cambiarle el nombre y la apariencia, haciéndola más sencilla y desnuda. Así no me regañará más Ana María, a la que nunca le gustó la negrura de la cueva.
Mi nuevo blog se llama El pino de la sima, extraño nombre, ya. La razón es que no quiero alejar etimológicamente al blog de los lugares que tanto han marcado mi patear por mi querida Mayrena: la cueva, el pino de la sima, el Saltador, la olivera de los treinta mil reales… y la Fermina. Cada uno merecería un blog exclusivo.
Pues nada, que os espero a la sombra del pino si queréis subir virtualmente allí arribotas a hacerme una visitica.
(Foto: mi primera entrada en la Cueva de Mayrena)