...el que hace girar sus aspas orientándolas en una
dirección en la que el viento no sopla, el que nada a contracorriente, el que
siempre prefiere el sendero incierto a la autovía segura, el que es cabra roja
solitaria en un rebaño de ovejas blancas, el que rima versos a contrarrima, el
que cambia la corbata y el adosado en la sierra por un cuento y la poesía de una
mínima corrala en lavapiés, el que va de zumbao por la vida por no seguir las
normas establecidas... Siempre enciendes mi sonrisa y mi admiración.
A mí, este molino no me evoca rebeldía: no puede ser rebelde, plantado como está en tierra firme y con sus pesadas alas orientadas con fines productivos.
ResponderEliminarMolino rebelde es el de colorines, el de los niños que lo llevan en la mano corriendo por la calle o el monte para hacer girar sus alas de papel, riendo.
¿Serán mis gafas?...
Conclusión: hay tantos molinos como molineros. :)
Por cierto, molinero, a ver cuando vuelves: ya está bien de dejar al personal hablando solo.
Te soplo un beso bien orientado.
Hace un tiempo conocimos a un hombre que vendía artesanía en San Juan de Penyagolosa. El caso es que también se vendía en el restaurante un librito de aforismos que había escrito hacía no mucho (él se llama Pepe Pi, o así firma). Pues el caso es que comentamos con él el asunto del libro y al final nos dijo que..."llevo en un Mas de por aquí desde que me hice algo así como ermitaño, y oye, hasta los cojones estoy de ver pasar, de vez en cuando, cabras y ovejas. El día menos pensado me vuelvo pal pueblo, he descubierto que tengo dos piernas y no cuatro patas" Me pareció una frase de lo más rebelde...
ResponderEliminarAbrazo
Ese, que a veces mientras todos giran queda quieto, no es el rebelde, es el "liberao".
ResponderEliminar:) admirar a los rebeldes es ser rebelde, que viva la rebeldía!
ResponderEliminarSi señor, ese es quien alimenta nuestra voluntad y nos insufla vida... Un abrazo.
ResponderEliminarFalta gente así en el mundo :)
ResponderEliminarSí, Blanca... Yo tengo la suerte de tener uno muy cerca, que es a quien dediqué en su día esta entrada.
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