Me despertó el impacto violento de mi cuerpo sobre el agua. Desde entonces busco con desesperación el libro perdido en el mar, mojado de agua salada y con restos de algas prendidas en las páginas aún por leer.
Yo, cuando me lanzo en paracaídas sobre el mar, y voy leyendo, siempre llevo puesto el flota, y el libro bien atado con una guita a la muñeca. . Que me molesta mucho que se me los coman los arenques.
A PUES, hablando de agua, maese...POR AQUÍ ESTÁ CAYENDO A MARES, menuda gota fría que tenemos por la zona levantina, ni paraguas ni gaitas, es abrirlo y, una de dos, salir a lo Poppins por los aires o tener que comprar uno nuevo, jajajajajajaja...
Habrá sido una pesadilla... ¿Has cenado chorizo y delante del telediario?... ¿Acompañamiento de algas? (mucha sal)... O... ¡¡¡No me digas que has perdido el último libro que te presté!!! Si es esto, me voy a transformar en tu peor pesadilla. :<
Miro y vuelvo a mirar con atención esa fotografía que vibra y parece que esta viva. Estoy buscando a Diego, y a su muy misterioso libro, donde podría leerse lo que queda por venir. Y he descubierto, que fue el estallido de un volcán lo que te produjo el impacto y lanzo todo tu y tu libro por los aire al mar. También me ha parecido ver que el libro esta cerca del acantilado, bajo la lava petrificada y que milagrosamente aun pervive en una de sus paginas un pequeño trozo de alga con color de hoja nueva . Maestro es precioso lo que has escrito.
Es fácil encontrarme, Iota. El volcán aún no ha explotado. Mi libro perdido espero que lo lean las medusas, tienen mil ojos para hacerlo y les vendría bien, son bastante incultas.
Has mirado en las cuevas de las morenas?, por donde las nacras?, por donde las llaves del matarile-rile?, diría que libro tan especial no lo tiene cualquier besugo.
Se ve que eres amiga del mar, Mercedes :) Nacra, me gusta su nombre y su hogar. Yo creo (quiero) que el libro se lo hayan quedado las posidonias. Abrazazo para ti.
Claro, como últimamente te ha dado por leer libros de física cuántica, te dormiste y te caíste desde el acantilado :) Déjalo estar ahí, anda, que te estás zumbando con tanto neutrino y bosón ;)
Andabas por allí y me viste. Es que la cuántica... es la cuántica, hay que digerirla a pequeñas dosis y aquel día me di un empacho. Y claro, me dormí. :)
Yo, cuando me lanzo en paracaídas sobre el mar, y voy leyendo, siempre llevo puesto el flota, y el libro bien atado con una guita a la muñeca. . Que me molesta mucho que se me los coman los arenques.
ResponderEliminarYo también, Pedrice. Pero es que... no eran arenques ¡eran tiburones!
EliminarA PUES, hablando de agua, maese...POR AQUÍ ESTÁ CAYENDO A MARES, menuda gota fría que tenemos por la zona levantina, ni paraguas ni gaitas, es abrirlo y, una de dos, salir a lo Poppins por los aires o tener que comprar uno nuevo, jajajajajajaja...
ResponderEliminarBuena falta nos hacen esas aguas en nuestro levante, Valaf. Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva (de Mayrena, siempre)
EliminarHabrá sido una pesadilla... ¿Has cenado chorizo y delante del telediario?... ¿Acompañamiento de algas? (mucha sal)... O...
ResponderEliminar¡¡¡No me digas que has perdido el último libro que te presté!!! Si es esto, me voy a transformar en tu peor pesadilla. :<
Tu libro sigue en la estantería, ya leído. Se ha librado de remojones y algas prendidas :)
Eliminarcuanto romance duerme en tus letras
ResponderEliminarMiro y vuelvo a mirar con atención esa fotografía que vibra y parece que esta viva. Estoy buscando a Diego, y a su muy misterioso libro, donde podría leerse lo que queda por venir. Y he descubierto, que fue el estallido de un volcán lo que te produjo el impacto y lanzo todo tu y tu libro por los aire al mar. También me ha parecido ver que el libro esta cerca del acantilado, bajo la lava petrificada y que milagrosamente aun pervive en una de sus paginas un pequeño trozo de alga con color de hoja nueva . Maestro es precioso lo que has escrito.
ResponderEliminarEs fácil encontrarme, Iota. El volcán aún no ha explotado. Mi libro perdido espero que lo lean las medusas, tienen mil ojos para hacerlo y les vendría bien, son bastante incultas.
EliminarHas mirado en las cuevas de las morenas?, por donde las nacras?, por donde las llaves del matarile-rile?, diría que libro tan especial no lo tiene cualquier besugo.
ResponderEliminarMe encanta ese pequeño texto. Un abrazo.
Se ve que eres amiga del mar, Mercedes :) Nacra, me gusta su nombre y su hogar. Yo creo (quiero) que el libro se lo hayan quedado las posidonias. Abrazazo para ti.
EliminarClaro, como últimamente te ha dado por leer libros de física cuántica, te dormiste y te caíste desde el acantilado :) Déjalo estar ahí, anda, que te estás zumbando con tanto neutrino y bosón ;)
ResponderEliminarAndabas por allí y me viste. Es que la cuántica... es la cuántica, hay que digerirla a pequeñas dosis y aquel día me di un empacho. Y claro, me dormí. :)
EliminarA quien se le ocurre dormirse en la orilla de un mar con resaca...(con resaca el mar, aunque si te dormiste leyendo, quién sabe).
ResponderEliminarSon los años, María. Y me duermo a cualquier hora, en cualquier postura y leyendo lo que sea.
EliminarQuè bello lo que has escrito. Besos.
ResponderEliminarOtro para ti, Amazul.
EliminarEn el mar no me importa tener impactos diego... La próxima vez ten más ciudao donde te duermes ;)
ResponderEliminarUn beso.
Lo malo de esos impactos es que se te sale el bañador :)
Eliminar