Es como encontrar un rincón todavía cálido, solitario, recién abandonado por una piel imaginada, y cobijarte en su interior sin esperar nada, sólo aspirando ese aroma femenino que aún perdura en cada tallo, en cada brote, en cada terrón, en cada caricia no acariciada.
(Foto: charca en la rambla del Agua, Caravaca de la Cruz)
Que maravilla!!!
ResponderEliminarMe alegra que compartas este precioso rincón Diego. y lo compares con ese otro cálido y solitario, recién abandonado, que trae tan buenos recuerdos:))
Un beso.
Qué bonito poder encontrar rincones así que sirvan de cobijo y sin pretensiones de nada más.
ResponderEliminarEsos espacios ayudan mucho y acompañan en esa gran descompañía que a veces nos inunda pero que, gracias a ellos, jamás podrá ahogarnos.
Besito cálido y rinconero.
Laura, tú eres especialista en descubrir (y compartir) rincones maravillosos a lomos de tu Vespa. A mí también me gusta compartir estos rincones de mi tierra de difícil acceso y fácil emotividad. Un “bespo”, digo un beso :) Y a seguir viajando y compartiendo :)
ResponderEliminarEsa comparación es preciosa Diego. Que un lugar, un espacio natural haga rememorar otros rincones tan intimos es todo un deleite.
ResponderEliminarLo mismito que tu post de hoy.
Un besico
Sí, gata, ese rincón es especial, sobre todo cuando la rambla lleva agua, hecho que sucede muy pocos días al año en aquel paraje tan reseco. Esos días suelo acercarme allí y a otros allíes cercanos para acompañar mis descompañías :) Son sitios mágicos, por lo mágico y por lo solitario. Qué te voy a contar a ti, se dice que eres especialista en bajar ramblas y subir roquedales como gato montés solitario :) Besico rinconero para ti (pero sin agobiar :)
ResponderEliminarAnda que...lo de bajar ramblas y subir roquedales tiene tela!!!... :) y te pensabas tú que yo era una blandengue...jejeje...
EliminarA pesar de mi vértigo, creo cumplí como una jabata (o como una gata, no sé yo, quesque una ya se me confunde...)
Cumpliste como una gata jabata :) Pero desde entonces nunca echas las botas de montaña a la mochila, para evitar proposiciones roca-mbolescas :)
EliminarClara, a mí el monte me inunda de sentimientos (y creo que a ti también) Sobre todo cuando lo camino solo (que es casi siempre) Y es que la naturaleza te habla, te arropa, te enamora (aunque a veces también te cabrea :) Besico.
ResponderEliminarBello sentir, enhorabuena.
ResponderEliminarBeso, Amapolazzul :)
EliminarDiego, dolor de cervicales saqué al hacer las fotos:(( Cuando miras p árriba no le ve fin. Me llevé una gran sorpresa al verla, en un lateral estan mi marido y mi "niño" reflejaós esperando pacientemente:))
ResponderEliminarUn beso.
Las fotos son preciosas, Laura, cervicales aparte :) Además, hacerle una foto a esas torres inclinadas sin que asomen por algún lado las de Azca tan cercanas tiene su mérito :) Lo que no identifico es la Vespa :) Si volvéis por aquí avisarme, os invito a un pelotazo donde sea (yo me acerco en bici :) Besico.
EliminarCreo que ya te lo comenté pero te lo repito: me recuerda a los paisajes de Provenza: agua escondida que es la que le da luz al paisaje en apariencia desértico tal como lo describe Saint-Exupéry.
ResponderEliminarAgua entre rocas y verdor. :) Muy bonito.
Un beso.
Fram, es curioso que, en una zona tan seca como Caravaca, donde apenas caen 350 mm de agua al año, a esa rambla se la llame "Rambla del agua", cuando sólo cada dos años aparecen los charcos y de forma muy poco duradera. Eso demuestra la pasión por el agua que existe en esa zona. Realmente habría que llamarla "Rambla de piedra" o "Rambla seca" :) Beso.
ResponderEliminarAlgo así cantaba Silvio Rodríguez.
ResponderEliminarEs como encontrar el oasis en el desierto, la luz al final del túnel... Un abrazo.
ResponderEliminarEs bonita la foto de la charca, también lo que te inspiró.
ResponderEliminarSaludos
Diego, ésta vez, si es la gallina......
ResponderEliminar¡Dime que si!, por tu Padre......
Mariajesús, si es que el gran poeta cubano me plagia últimamente :)
ResponderEliminarDarío, abrazo apretado para ti.
Y otro pa ti, Patisola :)
No sé, Pedrice, en este caso... más bien una perdiz :)
Es que os traéis unos líos entre las gallinas, las perdices , y las pieles de mujer que si lo metes en batidora al final te vas encontrar con que en la pequeña poza habita una cría del monstruo del lago Ness y eso si que mola, Digo yo..
ResponderEliminar¡Jo, qué maravilla! ¿Y te metiste dentro? es lo que imagino...qué lujo!
ResponderEliminarUn beso grande, Diego.
Iota, la próxima vez que vea la charca miraré a ver qué monstruo habita sus profundidades. Renacuajos y larvas sí había... :)
ResponderEliminarNo conseguí meterme dentro, Virgi. Se había ido :)
La caricia no acariciada seguro que quedó enredada en una mata de espliego que había allí. Búscala cuando vuelvas a la charca. Un besito.
ResponderEliminarLa buscaré, Esther, la echo de menos. Besico buscador :)
Eliminar¡viva nuestra tierra, Murcia qué hermosa eres!
ResponderEliminarY tú que lo digas, Patricia! Está llena de rincones donde perderse :)
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