Un leve quebranto que solo ella escucha la desgaja de la rama y piensa "al fin libre" aunque sabe que su vuelo será efímero y definitivo. Se deja caer un instante, como para tomar impulso y luego cabalga, descendiendo, la brisa que ella inventa. Ahora gira sobre sí misma, se cierne, dibuja espirales asimétricas, se cree mariposa –es mariposa–, muestra al ojo del espectador, en un juego rítmico y alternativo, su haz amarillento, su envés ocre, coqueta, provocadora. Entonces aprovecha un leve movimiento de aire para alejarse, remontar espacio entre volteos que parecen descontrolados, como queriendo despedirse de la rama que la retuvo durante meses en un abrazo no tan deseado. Finalmente pliega sus bordes, recogiéndose, pierde velocidad y se posa abonico en la ladera, entre un guijarro y una mata de alhucema que no está allí por casualidad. Y queda inmóvil, pegada a la tierra parda que pronto la convertirá en tierra (siempre la tierra), en agua, en savia. Y un día en otra hoja cautiva que también disfrutará, en su otoño, de veintitrés segundos de libertad.
(Foto: hoja de rebollo)
Muy bueno Querido Diego, Te dejo en tu parcela un pensamiento.
ResponderEliminarEl viento arrastra el sonoro caminar del tiempo,
Las hojas que se han caído creen seguir existiendo
saltan y crujen contentas, al fin de cuentas la vida ,
es solo movimiento.......
ES UNA ILUSION UN ESPEJISMO, PERO, QUE ES LA VIDA SI NO EL ASTIVO AL UNIVERSO EN ETERNO MOVIMIENTO ? :
Asi es la vida, para unos mas larga ,para otros más corta, hay que disfrutarla mientras dure.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravilloso! Un canto a la vida. Y a la tierra volvemos, todos. Un abrazo.
ResponderEliminarUna preciosidad esos segundos de vuelo libre. Es un placer leerte, Diego, de veras.
ResponderEliminarUn besazo.
que lindo... un placer imaginar la brisa que la mece.
ResponderEliminar¡Que veintitrés segundos más bien aprovechados!
ResponderEliminarMe has dejado sin habla... sólo una palabra: PRECIOSO. Sí, en mayúsculas.
Un beso, poeta. :)
Me recuerda una mano, de ocho dedos, pero una mano, despidiéndose de todo lo que la rodea. Meciéndose al viento, planeando hacia el río. Emprendiendo su viaje de no retorno...... Adiós hoja...., hasta la vista.
ResponderEliminarY es que veintitrés segundos de libertad dan para tanto!!!...en una caída, en un vuelo, en una caricia, en un beso...
ResponderEliminarBesito segundero :)
Iota, no se me había ocurrido, las hojas pueden tener una segunda existencia cuando llegan al suelo. Me gustó tu pensamiento ¿es tuyo?
ResponderEliminarTetealca, habrás visto que intruduzco dos “palabros” de nuestro bello habla murciano :) Me gusta sobre todo "abonico", que significa "con suavidad, dulcemente"
Darío, Virgi, Kira, Framboise, cositas para cada uno.
Los dedos que acarician la tierra, Pedrice.
Para una caída sí, gata, pero para una caricia no me llegan 23 segundos, necesito más (podemos negociarlo :)
Vale.
EliminarA mí también mese queda corto ese tiempo :)
Negociémoslo.
¿54? :)
EliminarPero que artista eres Diego!.
ResponderEliminarPoeta de letras y de dibujos.
Corta pero saboreada libertad, 23 segundos para un viaje inacabado acariciando el aire.
Un abrazo bamboleante
Clara, hay personas que no gozan ni de 23 segundos de libertad en su vida :) Y otras que, aún teniendo más, no saben qué hacer con esa libertad. Las hojas, no :)
ResponderEliminarSi , son las primeras estrofas de un pequeño poema que escribí hace unos siete años
ResponderEliminarPues a ver si leemos el poema entero, iotanónimo/a :)
Eliminar23 segundos libre de ataduras.. Esa hoja ha sabido disfritar su corto vuelo, para volver a reencarnarse:))
ResponderEliminarQue bonito lo has descrito.
Un beso
disfrutar:)) el teclao está locooo.
EliminarLaura, si la hoja hubiese caído cerca de tu Vespa se habría largado por ahí de roneo y aún seguiría en libertad :) Beso.
Eliminaragradezco tu invitación y me gustaría complacerte pero el poema tiene un aire melancólico con tendencia a la desesperanza , que no me parece nada atractivo para tu brillante, artístico, y optimista blog . Te mando por los aires un abrazo con alas para que llegue hasta ti
ResponderEliminarPrecioso relato, brilla la poesía en ti, en la danza de tus palabras. Un beso.
ResponderEliminarLa vida está hecha de tramos intermitentes de libertad de 23 segundos. Y la muerte es la libertad definitiva :) Un beso de 23 segundos o 23 de un segundo :)
ResponderEliminarBuen fin de semana:))
ResponderEliminar❥°º•.¸
ResponderEliminarPassei para uma visita.
A imagem é bonito mas o texto é fabuloso, muito poético.
Ótimo mês de novembro!
Bom fim de semana!
Beijinhos do Brasil ❥°º•.¸
Precioso Diego. En veintitrés segundos porque seguramente pesa, como el alma, 21 gramos...
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