Se sienta cada ocaso frente a la pared desnuda y mira ascender sobre su cama, tan vacía como ella, el lento reflejo de la ventana enrejada situada a su espalda, aguardando que el azar o la parábola caprichosa dibujada por un sol velado alcance, al fin, la espiga de libertad que un día dibujó con lágrimas y sangre sobre el frío yeso.
(Foto: sombra de ventana creciente sobre horizonte de cama deshecha)
Un capricho de luz, que olvida que la libertad es la claridad absoluta y que las rejas solo se arrancan, tras noches de lágrimas y mañanas soleadas.
ResponderEliminarBrillante entrada.
Saludos.
Ese es el sentido de mi entrada, Juan. Y quizás un grito contra la violencia contra las mujeres. Un abrazo.
Eliminar¿En el ocaso?, pues una de dos, o la siesta es más bien una siestorra kilométrica o no se ha hecho la cama por la mañana, jajajajajaja... No, en serio, un micro muy imaginativo con aromas a prosa poética. Chapeau!!!
ResponderEliminarAbrazote
¿Y para qué o quién va a hacer ella su cama solitaria? :) Al principio ecribí "alborada", pero luego vi que si la sombra de la ventana subía, no podía ser al alba sino al anochecer, así que cambié "alborada" por "ocaso". Lo importante es el símbolo. Estos de Ciencias... :) Abrazote.
EliminarMuy sutil, Diego. Ojalá el nuevo sol le seque las lágrimas y aprenda a respirar libre y sin rejas.
ResponderEliminarMe encantas (bueno, ya lo sabes).
Y si no aprende habrá que ir a rescatarla :) Un besico, peregrina :)
EliminarLa libertad siempre tiene un precio, a veces muy alto; y cuyos intereses se pagan a menudo durante mucho tiempo.
ResponderEliminarPero no hay que esperar el azar o el capricho ajeno para alcanzarla.
Un texto lleno de sensibilidad, con D mayúscula. De Diego.
:) A mí también me encantas (y también lo sabes :)
Yo creo que no espera el azar y el capricho para alcanzar la libertad, Fran, aunque ella lo piense. Creo que solo espera un milagro que la saque de su angustia, su soledad, sus cadenas y sus miedos. Pero no la conozco...
EliminarCuantas seguiran entre rejas esperando esa ansiada libertad.
ResponderEliminarMuy sensible estás hoy diego... Ah y me encanta la foto!!
Un beso.
La foto es de este verano, Laura. Un amanecer gallego húmedo y soleado. Beso.
EliminarDiego, magnifico tu texto que se complementa con una estupenda fotografía.
ResponderEliminarProsa poética de la buena, con un mensaje desgarrador en forma de denuncia.
Felicidades.
Eso pretende, Maripaz, ser una denuncia de una situación de violencia que espero acabe por desaparecer.
EliminarMe encanta haberte encontrado entre tus letras Un brindis
ResponderEliminarChin chin! :)
EliminarQue pronto rompa sus rejas!
ResponderEliminarbesos
Ojalá, Marijose...
EliminarCuando la noche se cierra , se deshace de la reja y vuela libre por espacios desconocidos,espacios de colores que le llenan de felicidad. Atras quedo ese muńeco con forma de mujer.
ResponderEliminarGracias Diego, cuando sacas al poeta impresionas..
Me gusta tu interpretación optimista, Iota. Deshacerse de la reja a veces solo requiere la voluntad de deshacerse de ella :)
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