lunes, 23 de marzo de 2009

Anestesia

Un segundo, un espacio que separa el tic azul celeste del tac noche dormida, sé que si llegara ese momento voy a pensar en ti, v-i-d-a, vida, dicen que luego, cuando despiertas, recuperas el pensamiento que te robó ese segundo, ese instante fugaz, por eso quiero pensar algo agradable y despertar sonriendo. Sí, voy a pensar en ti, v-i-d-a, sobre un escenario, yo estaré entre el público mirándote sin que me veas, y tú, espléndida, allí arriba, abrazando tu guitarra, sonriente, dinámica, rocanrolera, vital, mezclando tu voz rota con el sonido de las guitarras de tu grupo diluído entre humo... Y si me queda un poquico de tiempo de ese segundo mágico, que ya es pedir, pensaré también en una bandada de grullas que regresan a su primavera, siempre alegres, celebrando sus nuevos paisajes, la v-i-d-a, con sus gritos desgarrados de felicidad. Pero tendré que pensar deprisa, un segundo no da para muchas sinfonías...

(Foto: Grupo de grullas sobre Miraflores)

lunes, 16 de marzo de 2009

...undostrés, undostrés...

...vergen en caminos, en trochas, en senderos ya recorridos, a veces con tintas de otros colores que los hacen parecer diferentes, undostrés, undostrés, nuevos, azules, verdes, amarillos, pero son los mismos, nada se reinventa, la vida es cíclica, viene y va, va y viene, se repite, empieza donde sigue, continúa donde termina, gira en torno a un centro como un vals, tiovivo de parribas y pabajos y paisajes repetidos, undostrés, undostrés, espiral de cinco, seis, siete líneas que se reescriben constantemente y que parecen dibujar nuevos caminos, nuevas trochas, nuevos senderos que con...

(Foto: Campoamor)

lunes, 9 de marzo de 2009

lunes, 2 de marzo de 2009

Llegar a Paradela de Coles

Paradela de Coles es una escondida aldea gallega, cuya existencia yo no conocía hasta hace unas pocas semanas.

Es curioso el mundo de los blogs. Un buen día descubres que existen, que puedes crear el tuyo propio, y te decides a hacerlo. Eliges un diseño, y empiezas a volcar, en esa ventanita, tus impresiones, tus sentimientos, tus diadías, sin más pretensión que contarle al aire las cosas tuyas.

Y de repente, plop, aparece en tu blog el comentario de alguien, desconocido para ti, que te ha leído y tiene algo que decirte. Y resulta que ese alguien también tiene un blog en el que tú puedes intervenir. Y descubres que en la columna lateral del blog de ese alguien existen enlaces a otros blogs de otros álguienes, y vas pinchando aquí y allá, descubriendo nuevos blogs, nuevos aires, nuevas gentes, nuevas inquietudes.

Y ves que mucha de esa gente tiene tu misma sensibilidad, y también te decides a mandarles un comentario, y se crea una especie de brisa invisible, yo te leo tú me lees, yo te comento tú me comentas, yo te sonrío tú me sonríes. Es una especie de nueva amistad sin rostro. De ese modo he encontrado en esta ventanita rincones amables, paradelas de coles, que no sabía que existiesen y que poco a poco van calando en mi alma.

Lo difícil para mí es saber hasta dónde llegar. Subiendo y subiendo por las ramas del árbol bloguero, puedes encontrar cientos, miles de personas en todo el mundo con las que sientes afinidad y a las que te gustaría mandar un comentario. Pero eso obviamente es imposible, y te crearía una servidumbre que acabaría deshaciendo el encanto.

Pues eso, que me gusta este mundillo algo mágico de los blogs.

(Foto: Imagen de Paradela, de google earth)