lunes, 31 de octubre de 2011

Carretilla autotransportante


Es como una carretilla convencional a la que he añadido una especie de asiento para que sobre él reposen nuestras nalgas, haciendo así más cómodo el transporte (no se ve el asiento en el dibujo, puede ser un simple sillín de bicicleta). El funcionamiento es sencillo: se comienza empujando la carretilla por el método tradicional, y cuando empieza a moverse por el impulso de los brazos, ¡hop!, se da un salto hacia adelante y se sienta uno en el referido sillín. La carretilla nos dirige así cómodamente hacia el lugar donde esté situado el tajo.

lunes, 24 de octubre de 2011

El falo


La creación es el resultado de la unión de algo masculino con algo femenino y origina seres semejantes a sus creadores. La Creación dio lugar a los planetas, entre otros artilugios. Todo lo creado tiene que pertenecer, pues, al género masculino o femenino. Y los planetas, consecuentemente, también, por el mero hecho de haber sido creados. Hay planetas-macho y planetas-hembra.

Después de estas disquisiciones filosóficas que no sé si son un silogismo o una solemne gilipollez, paso a relatar algo que me sucedió hace unos años.

Andaba yo por esos montes leoneses buscando sapirujos y pensando en estas cosas de los planetas. Los sapirujos medran debajo de las hojas caídas de los robles y me gusta cogerlos mientras me miran con esos ojillos tan tiernos que tienen. Y de pronto, a mi izquierda, lo vi. El falo. El falo terráqueo que confirmaba mis teorías sobre la masculinidad de la Tierra. Me miró. Lo miré. 

—¿Eres el falo de la Tierra? —, le pregunté.
—Sí —, me respondió, escueto.
—¿Y qué haces aquí, tan enhiesto?
—Estoy esperando a la Luna llena, bebo los vientos por ella.

Lo imaginaba. La Tierra, macho, enamorado de la Luna, hembra. Decidí retirarme para no ser indiscreto, no me gusta interferir intimidades. Pero al volver la espalda, el falo me llamó:

—¡Oye, oye! —me dijo con voz triste y suplicante—. La Luna ya no quiere hacer el amor conmigo; dice que ando contaminado con tanta mierda química, espiritual y política que invade el mundo, que ya no soy lo que era y que teme que la contamine. Y que, o me pongo un preservativo o no vuelve a regalarme sus caricias.

Recordé el famoso slogan de “póntelo, pónselo”. Rebusqué en mi mochila; suelo llevar preservativos por si surge, detrás de una mata, alguna pastorcilla ávida de mimos mientras yo afano sapirujos. Encontré uno junto al bocata de sardinas. Le quité el envoltorio y se lo coloqué con sumo cuidado. Me despedí deseándole buena suerte y seguí buscando sapirujos, tan escasos últimamente, sobre todo los de ojos violetas.

A las cinco noches había Luna llena, según el calendario de Lunas llenas que siempre llevo en el bolsillo. Yo ya andaba lejos del lugar. Miré al cielo para verla pero estaba oscuro. Y continué removiendo hojas de roble, indiferente.

Y de pronto, vi cómo una espléndida Luna llena, rezogante, feliz, hermosísima, satisfecha, asomaba a mi espalda por el horizonte ya lejano donde se hallaba el falo terráqueo. Me la quedé mirando, fascinado, nunca había visto una Luna llena más hermosa. Y hasta me pareció oír, mientras se elevaba majestuosa sobre el horizonte, y traído por los bichos de la noche, el eco masculino de un ¡gracias! que desde entonces sigue resonamdo en mis sienes cada noche de Luna llena.

 (Foto: Seta “Phalus impudicus” en una sierra leonesa)

sábado, 15 de octubre de 2011

Quince de octubre


Estás desnuda, boca abajo. Tu espalda, antes fuego; ahora valle tranquilo, relajado. ¿Duermes? Quizá solo simulas hacerlo. Mis dedos, hasta hace unos minutos caricia eléctrica, recorren ahora con ternura el horizonte de tu piel, gris a esta hora de una madrugada sin matices. Te miro, miro tu perfil. Y espero en vano que asome, por el collado de tu espalda, aquella inolvidable luna llena, rota, que ya nunca volverá a ser mía.

(Foto: el collado de tu espalda)

lunes, 10 de octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

Tic tac (Concurso Paradela de Coles - Octubre 2011)


Hola, soy la esfera tic, 
el tiempo tac. 
Mis agujas llevan 
tic el pasado, 
el presente tic tac
y el futuro tac. 
Los tic son los pasados, 
tic tic tic, muchos. 
Los tac son los futuros, 
tac tac, menos. 
Y el presente, solo uno, 
tic, 
 el espacio inaprensible 
 entre un tic 
y un tac de tu tiempo, 
tic, efímero, 
a menudo perdido, tac. 
Tic tac tic. 

  (Foto robada a María Jesús. Paradela de Coles)