lunes, 27 de enero de 2014

Apaga la luz, quiero oír a los sapos.


Apaga la luz, ¿no te lo he dicho? Los desconecta, los aturde, los desconcierta, los asusta. Apaga la luz, te repito, quiero oír a los sapos. ¿Qué más te da esta noche no mirar las arañas que se descuelgan de las cortinas de tu impotencia, penetran en tus ojos encendidos y salen por las uñas de los dedos de tus pies en procesiones sin sentido, en ciclos que no terminan? Venga, apaga el velón, la linterna, la bujía, la lámpara, apaga los sentimientos, hasta la luna apaga; esta noche quiero oír a los sapos.

lunes, 20 de enero de 2014

La mancha


No te creas tan importante.
No pienso en ti aunque sé que tu presencia es tenaz, como una pareja de baile indeseada de la que no puedo desprenderme.
Tangible, física, no imaginada.
Giras, aumentas, emites.
Diluyes.

Hasta hoy yo dirijo el paso.
A tu pesar porque quieres terminar la danza y yo no me dejo, me nacieron roqueño. Y me gusta el baile, un, dos, tres, un, dos, tres. Y cabrearte, un, dos, tres, un, dos, tres.
Te deshilachas, te recoges, palpitas.
Ennegreces.

Saliveas espuma negra.
Te irrita que te ignore dilatándome en un azul, en un aroma, en la sonrisa, en los mañanas; y yo disfruto llevándote al límite de tu paciencia, de tu impotencia.
Te jodes.
Tus celos me hacen feliz, tres, dos, un, dos, un, tres.
Imprimes, aceleras, escarbas.
Farfullas.

Mala pareja hacemos, pero sabes que te cedo el giro final cuando ya no quede tinta en el tintero, verde allá arribotas ni sonrisas de ida y vuelta.

Podrás entonces reír tú, abrazada a la nada.
Sola y reconcomida.

(Foto: un hombre camina por la rambla)

lunes, 13 de enero de 2014

Anillo roto


Deja una línea vacía antes de entrar, 
traza un signo de interrogación, 
una pregunta sin respuesta: no existe. 
Y luego no entres, ya no es tu lugar; 
date la vuelta, admite el fracaso 
y llora, si sabes, mientras te alejas.

(Foto: cortijo en ruinas cerca de Bullas, Murcia)

miércoles, 1 de enero de 2014