Hoy quiero ser la imagen sin añicos de tu espejo oscuro, si quieres coge mi mano y deja que te aleje del rodillo negro que todo lo aplasta, no puedes dejarte caer, no puedes esconderte en rincones invisibles, sal, tienes aún muchos senderos por recorrer, muchos paisajes por descubrir. Venga, agárrate a mí, sólo hasta que vuelvas a sonreír, sólo hasta que recompongas tu luna llena hoy rota, sólo hasta que vuelvas a volar solo, gorrión, al fin sin heridas...(Foto: vista interior de la cueva de Mayrena)
Gracias, amigo.
ResponderEliminarHay momentos en que todos nos sentimos como gorrión desvalido y necesitamos una mano protectora.
ResponderEliminarMuy bonito e interesante.
Un abrazo.
Vaya, no sé si es porque hoy estoy sensible, o quizás sea por cualquier otro motivo, pero creo que estas 7 líneas son las que más me gustan de tu blog. Además, me siento bastante identificado con lo que dicen.
ResponderEliminarDieguico Dieguico, estás hecho todo un poeta.
Bueno Gorrino, digoooo... Gorrión, ya queda menos pal 2 de mayo, has planchao ya el pañuelo y la faja?
Maria Jesús, Tetealca, Zoldar, gracias a vosotros. Y a los caravaqueños, ¡pasároslo de maravilla en las fiestas de la cruz! Y acordaros de este madrileño que este año no puede estar en Caravaca el día de los caballos del vino, por causas ajenas a su voluntad. Me vengaré el año que viene...
ResponderEliminarHola, Diego, te acabo de descubrir en el blog de Tere, y quise pasarme por tu rincón, tienes un bello blog.
ResponderEliminarTodos en varios momentos de nuestra vida nos sentimos como gorriones con las alas rotas y sin poder volar.
Salu2.
Gracias por devolverme la visita y por la huella de tus palabras, nos seguimos leyendo.
ResponderEliminarUn beso.