Los ratones trepaban por los pilares, coronaban arquitrabes, se agarraban a los cimborrios, y desde allí escupían fideos de nostalgia que rebotaban en los muros de los transeptos y se precipitaban, como serpentinas de colores, sobre las tumbas del suelo damasquinado. Entre la bruma del humo de los inciensos incandescentes bailaban las sombras de triglifos y metopas, al ritmo de los cantos gregorianos que inundaban de gorgoritos las sillerías del coro. Las oraciones gritadas por trescientas veinticuatro gargantas disonantes se estrellaban en los uropatagios de murciélagos que, horrorizados, intentaban inútilmente huir por la grisalla emplomada de los claristorios con vidrieras rotas.
El estrígido, impertérrito, ni se movió.
Esto... Un diccionario, por favor.
ResponderEliminarBrazón,
Esteve
No se movió... ¿no tendría hambre acaso?... ¿el menú de ratones circenses y coloraos no le apetecería? ... ¿sería un mochuelo de Atenea sorprendido por lo gótico?
ResponderEliminar¡Ya lo tengo!... ¡es una estatua y por esto, no se mueve!...
:) Era más fácil de lo que parecía a primera lectura... creo...
Pero me queda lo del título... :(...324... ¿año 324 del calendario gregoriano?...
¿el número de la vez en la pescadería?... ¡¡Socorro!!
¡qué bien empieza la semana! :DD
A veces quisiera ser como ese búho impasible, y permanecer indiferente ante tanto grito sin sentido. Qué envidia.
ResponderEliminarTambién a mí me cuesta desentrañar lo profundo de tus letras, pero te dejo mi sencilla impresión, que es la más honesta.
Feliz 2012.
Un abrazo.
¿por qué 324?
ResponderEliminarFeliz vuelta a la rutina...
¡Hay que ver lo que que escribe uno cuando se ha metido una raya de algo o de alguien! Suelto pero confuso. Ni yo me entiendo (excepto lo del urapatagio, eso está clarísimo) La semana que viene estaré más comedido en mis "rayamientos", palabrita del niño ginés :)
ResponderEliminarYo al leer tu texto me quedé igual que el estrígido. Luego busqué un diccionario, chico, que me has salido erudito, y una no sabe de arquitectura 'mijito'.
ResponderEliminarA ver, ¿tan mal cantaban ese coro de 324, que los ratones querían suicidarse, y los murciélagos intentaban escapar horrorizados???
Aunque lo de las vidrieras rotas ¿puede ser una señal de que lo hacían francamente mal?
Y la lechuza ¿estaba acostumbrada a esos cantos humanos que ni se inmuta?
Un abrazo impertérrito :-)
Pero por todos los confucios, menuda lección de arquitectura :) el estrígido, está claro, es sordo a ciertas palabras necias (y encima disonantes)
ResponderEliminarabrazo (tres) beso (dos) :)
Hay ratones demasiado impertinentes...
ResponderEliminarDiego, ¡cuántas veces te he dicho que en cuestión de rayas, sólo la de las cebras no hacen daño!.
ResponderEliminarPor lo demás, perfecto.
Y dime, ¿quién es el estrígido?. Su cara me suena....
Pedrice.
Hola!
ResponderEliminarQué bonito texto, Diego :)
Entre tanto arquitrabe, triglifo y damasquinos vamos a poder hacer una catedral gótica, o románica :)
Estoy con Pedrice, las rayas nunca son buenas, es mejor usar los lunares o los estampados de muñequitos :)
Saludos, Esteve :)
Un beso en lo alto del cimborrio para tí :)
Besos a los demás :)
Si el estrígido hiciese su trabajo, los ratones no andarían tan tranquilos, de aquí para allá.
ResponderEliminarClaro que , con un coro disonante es mejor ser sordo, ciego e impasible...aunque, según tengo entendido los cantos gregorianos no admiten disonancias.
Me gustan las interpretaciones del texto que dáis, al final me voy a enterar yo de lo que escribí en pleno coloque :) En algo sí creo que habéis atinado: el estrígido tenía que estar sordo como una tapia, o como un contrafuerte mejor dicho :) Gracias por el aporte de sonrisas :)
ResponderEliminar¿Te suena la frase:"No hay peor sordo que el que no quiere oír" ? Puede que sea lo que le pasa a tu "estrígido"...menudo palabro. Sinceramente, me gusta más la lechuza o el mochuelo de toda la vida :)
ResponderEliminar(En otro orden de cosas... unas rayitas, en tu estado...):DD
Joder Diego, que echa humo el diccionario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dios santo, qué espesura....
ResponderEliminarYo al menos tengo mi excusa, y siempre podré decir que "yo era de Ciencias" y no estudié Historia del Arte!
Impresionante...
Framboise, las rayitas que sean verdes y amarillas, por favor :)
ResponderEliminarTetealca, voy a tener que hacerte una visitica para que investigues los recovecos de mi torrao :)
Mariló, yo también soy de Ciencias, pero con un diccionario al lado se puede escribir sobre lo que sea (aunque hay quien cree que los escritores no deben usar diccionario, ya que todo lo tienen que tener en la cabezota, por algo son escritores) :)
A mi el texto me recuerda a los Tip y Coll "... y la pròxima semana hablaremos del gobierno". Saludos
ResponderEliminarA mi el texto me recuerda a los Tip y Coll "... y la pròxima semana hablaremos del gobierno". Saludos
ResponderEliminarYo excepto lo de ratones y murciélagos, el resto lo entiendo perfectamente :))
ResponderEliminarUn abrazo
Rivela, hablar del Gobierno es aún más rocambolesco, caótico e increíble.
ResponderEliminarNoche, te busco y no te encuentro ¿Hasta cuándo durará tu oscuridad? Con lo bien que nos compenetramos tú yo, que hasta entendemos todo menos lo de los murciélagos y los ratones... :)
Pa' mí que estabas en la catedral de Siena, ¡qué lujo, un placer leer tantos academicismos!
ResponderEliminarMe llevo el uropatagio y el estrígido, gracias.