Asomó su cabecita por el borde del libro, se detuvo un instante, movió sus antenas escudriñando el entorno. Olvidé la lectura; me concentré en él. Trepó a la página y la paseó con pasos decididos. Primero la recorrió de arriba a abajo y de izquierda a derecha, no en línea recta sino trazando pequeñas curvas a uno y otro lado. Al llegar al extremo inferior se detuvo otra vez, pensativo. Giró sobre sus seis patas y emprendió un nuevo recorrido, esta vez desde el borde inferior hasta la mitad del borde izquierdo. Y allí volvió a detenerse sobre la palabra advertencia. No sé si leía, si aprendía ortografía (como yo), si quería comunicarse conmigo mediante un mensaje que no entendí, o si sencillamente descubría su sombra estilizada proyectada sobre la página anterior, admirándose. Estuvo un buen rato así, desafiante. Luego se dirigió de nuevo al borde de la página por el que había surgido, bajó el escalón del lomo del libro, caminó sobre la mesa de mármol oscuro hasta su extremo y desapareció de mi vista descendiendo, supuse, por la pata de la mesa.
Ya no he podido volver a enfrascarme en el estudio de las tildes; el bicho lector ha acaparado mi pensamiento, mi concentración. Desde entonces, siempre abro el mismo libro a la misma hora por la misma página sobre la misma mesa de mármol oscuro, por si aparece de nuevo. Día tras día esperando ver el amanecer de sus antenitas en el horizonte de la página inacabada.
(Foto, el bicho de las tildes)
:D Menudo bicho estás hecho que hoy ni nos das su nombre en latín ni la referencia del libro.
ResponderEliminarMenos mal que sé de sitios donde me orientarán sobre lo uno y de lo otro. ;)
Beso sin insecticida. :D
¡Tú también! ¿Cómo va a volver el bicho si le abres el libro por la misma página? Esa ya se la sabe.
ResponderEliminarAbrazo con asento,
Esteve
Salutod@s
Entiendo tu desconcierto, yo también estaría intrigado por la intención del bicho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo mío es peor.
ResponderEliminarA mi me viene un loro, se me pone en el hombro, y me va corrigiendo la ortografía.
Inaguantable, tu......
:) Despues de pasarme TODO el día de ayer y el de hoy, buscando y buscando, despues de mover hilos y molestar a mi confidente especializado en el tema "bichos", tengo la respuesta:
ResponderEliminarEl bicho preocupado de ortografía se llama "Arocatus melanocephalus" ¡cuidado con los olmos! :D
De todas formas, estoy de acuerdo con Esteve: ¡elige otra lectura más apasionante! :D
Besote de viento con granizo hoy.
No me buztan loz bichoz... y ese parece una cría de cucaracho aaaggg
ResponderEliminar¿ves? en vidas anteriores nunca he sido budista ni ninguna otra cosa que impida aplastar bichos pequeños.
No lo tocaste con las manos ¿verdad?... vale, entonces te doy un abrazo
Si,parado en la mitad del borde izquierdo, y girando su cabeza hacia la izquierda,pudo ver la delicada figura de otra cucarachita. Justo lo que, antenas en accion, el andaba buscando a lo largo de su recorrido. Asi a lo disimulado, la estuvo observando un buen rato. - !Bah!, penso, demasiado espiritual, demasiado estilizada, a mi me gustan con mas chicha,vamos que zoy mu macho pa tanta bicha eterea. Por eso se dio la vuelta y bajando por la pata de la mesa llego al suelo, bien pegadico a la tierra(observese el acento mursiano) seguro de que alli seria mas facil encontrar a su dulcinea particular.
ResponderEliminarNo le esperes querido Diego, que no ha hecho otra cosa que aprovecharse de tu magnifica inspiracion para ponerte las antenas con cualquier bicha rastrera.
Estupenda exposicion de un MAGNIFICO observador. Graaciass oyes.
Pues vas a tener razón, Esteve, intentaré abrir el libro por la página de los grafemas especiales, a ver si reaparece :)
ResponderEliminarTetealca, a ese bichejo en nuestro habla lo llamarían "un sapo" :)
Pedro, me has recordado al loro gris, que eructaba y pedía perdón :)
¿Melanocephalus, Framboise? Me parece que tu fuente generalmente bien informada no ha acertado en esta ocasión, no le veo la cabeza negra. Hemíptero, sí que lo es. Yo me inclino por "Bichículus literarius" :)
Mariluz ¿no te gustan los bichejos? Sabía que no podías ser perfecta :)
Iota, si es que a mí siempre andan poniéndome los cuernos :) Muy buena tu interpretación.
Ese bicho ya no vuelve, no le interesan las tildes :)
ResponderEliminarBesicos
Noche, yo creo que se largó porque no le ofrecí una copita de ron. Mira a ver si aparece por la pata de tu mesa :) Besicos pa ti.
ResponderEliminarYo creo que el bicho se te insinuó, Diego. Pero últimamente no te enteras de las insinuaciones, debes andar enamoriscao, como dices tú :) A saber lo que habrá dicho de ti al bajarse de la pata de la mesa :)
ResponderEliminarEs la quinta vez que entro y sigo sin saber que decir ante tan culto bichejo.
ResponderEliminarCulto e inteligente. También yo leería a tu lado de buena gana.
Diego, cuidado con olvidarte del "bicho" y cerrar el libro. Saudiños
ResponderEliminarAy madre! Pues yo creo que rivela no anda desencaminada... pa mi que Diego cerró el libro y se olvidó del bichejo...
ResponderEliminarPero vamos, que puedes seguir esperándole si quieres :D
Pues sí, Esther, ando enamoriscao perdido de un imposible (una Mantis que me la pega con un Afaníptero) Y yo soy fiel, de un solo insecto, no me gusta la promiscuidad. Por eso ni me di cuenta de las insinuaciones del chinche ese (snif!)
ResponderEliminarMariajesús, vaya, otra provocación... Ahora tendré que mirar no solo que aparezca el bicho sino que también lo hagas tú por el borde del libro. Si lo haces, tráete lo que te ha sobrado de la empanada, que yo ando escaso de viandas :)
Rivela, no te creas, que me dieron ganas de hacerlo. Pequeño, vulnerable, feo y encima provocando. Lo malo es que hubiera manchado el libro, poniendo tildes gástricas donde no eran correctas gramaticalmente :)
Anónimo, te digo lo mismo que a rivela.
Saludos, besos y cosas a todos. Y sonrisas, claro :)
Pero mira que es complejo, y complicado también el universo chincheril. Pudiendo volar donde los adverbios o instalarse entre las conjugaciones, porqué elegiría las tildes?. Aunque yo solo hubiera empezado a preocuparme ya seriamente de haberlo encontrado en el recuadro de advertencia de los pronombres.
ResponderEliminarp.d. Trato hecho, pero casi mejor mi comisión la envías ahora (en sobre, por supuesto) a Las Caimán, que tengo allí la cuenta de invierno. La madre que los...