miércoles, 23 de julio de 2014

Un paseo por mi sierra

La sierra es como un libro de la naturaleza abierto en el que no sólo puedes aprender a conocer plantas, sino también otras cuestiones no menos gratificantes.
Hace unos días anduve por mis queridas sierras murcianas, y saqué unas fotos que muestran algunas de las cosas que se pueden ver en la montaña, a poco que nos fijemos.
Cagadilla de ... ¿garduña? ¿otro mustélido? Compuesta fundamentalmente por semillas de enebro o sabina, futuros arbustos si alguna llega a germinar. En cualquier caso, preciosa cagarruta, estética pincelada escatológica en el maravilloso cuadro de la naturaleza.

Amor a la vida, este tomillo ha crecido en el hueco imposible de una roca caliza. Creo que es un Thymus longiflorus. Hay muy poco suelo para sus raíces, pero a cambio tiene algo más de humedad y protección contra las heladas, y menos competencia aunque se le ha colado otra planta como con calzador (nunca se me ocurrirá llamarla “mala hierba”, expresión injusta que habría que eliminar de la terminología vegetal) Espero que lleguen a un acuerdo y sigan juntas mucho tiempo sin molestarse demasiado.

Esta perdiz joven apeona entre coscojas y enebros. Incierto futuro el suyo. Espero y deseo que pueda alcanzar a contar a sus nietos las experiencias de su vida que apenas está comenzando esta primavera ¿Cómo se puede disparar contra cualquier clase de vida?

Por aquí ha estado hozando un jabalí en busca de no sé qué raíces o bulbos. Poco habrá encontrado en un suelo tan pobre. No anda lejos, su maravilloso olor salvaje se percibe nítidamente.

Las huellas espirales de estos fósiles muestran que esta sierra estuvo sumergida en el mar hace la torta de años. Hoy la sierra alcanza los 1.500 metros de altitud y está a 60 kms de distancia del Mediterráneo. Las huellas me recuerdan los ojos de una lechucilla que miran hacia el sur, añorando quizás su pasado marino.


(Fotos: sierra del Calar)

5 comentarios:

  1. El amonites, testigo de millones de años nos recuerda que es mucho mas viejo que la perdiz roja, que por cierto, si no la matas no la comes, y esta buenísima... Hombre, el guarro olor maravilloso.. Ejem, Diego que montuno eres muchacho!!. La belleza es una constante en la naturaleza, el tomillo huele tan bien... y florido te prende. La cagarruta roja es magnifica, despierta el instinto investigador y humorístico..
    MAGNIFICA TAMBIEN LA SECUENCIA DIEGUEZ, merci, mucho

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  2. Mi libro preferido, por encima de cualquiera. (capítulo de "cagadillas y maravilloso olor jabalino" incluído :D)

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  3. Que los frutos de esa cagarruta prenden, es casi seguro.

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  4. Jo fer Diego, te juro que de la forma que te explicas hay que amar la naturaleza a la fuerza. Es un lujo poder leerte.
    Un abrazo paisano.

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  5. Ja ja!!! Hay para todos los gustos en la Sierra. Un abrazo,

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