jueves, 4 de diciembre de 2008

Nadar

Alguien dijo alguna vez: la natación es el más solitario de los deportes. Y si no lo dijo alguien, lo digo yo ahora: la natación es el más solitario de los deportes.

Para mí, los deportes se clasifican en tres categorías: los que se practican en equipo, los que se practican individualmente... y la natación.

Los deportes que se practican en equipo consisten en unos cuantos personajes que se enfrentan a otros cuantos, para ver cuales de ellos consiguen meter una pelota más veces en una portería, o en una canasta, o en otros sitios. Los de cada equipo van vestidos todos igual, parecen amigos, y cuando meten la pelota donde sea, gritan, dan muchos saltos y se abrazan como locos. Sin embargo, los de un equipo no se llevan bien con los del otro y a veces se pegan patadas, se escupen, y cosas así. Pero al final del partido parece que todos se hacen amigos y se van al vestuario medio abrazados, charlando tranquilamente.

Los deportes que se practican individualmente son otra cosa. Cada equipo consta de un solo señor o señora que intenta llegar a algún sitio antes que los demás, o tirar algo más lejos que los otros, o ser el que más brinque de todos. Estos no se abrazan ni chillan cuando ganan, pues sólo gana uno, y abrazarse a uno mismo es difícil, además de una solemne tontería. Tampoco insultan o escupen a los oponentes, lo que les hace ser más raros que los anteriores. Sin embargo, sí pueden charlar entre ellos, observar cosas mientras practican su actividad y oír los gritos de la gente que los contempla.

Pero los deportistas que se llevan la palma en cuanto a raros son los de la tercera categoría, o sea, los nadadores.

Estos individuos, peces frustrados, consisten en unos señores y señoras que se lanzan al agua de una piscina y empiezan a hacer "largos" como locos. Estos no chillan, no pueden hablar entre ellos mientras practican su actividad, no se abrazan al terminar cada largo, no se insultan, ni oyen algo distinto al monótono chapoteo de sus brazos en el agua.

Además, al nadar no ven absolutamente nada interesante, sólo, una y otra vez, la masa confusa y desenfocada de agua bajo sus barrigas, y la raya oscura del fondo de la piscina, si la piscina tiene raya oscura en el fondo de la piscina (me parece que me he liado..)

Por otra parte, tragan agua en cuanto no coordinan bien la respiración y, cuando salen del agua después de hacer 50 largos, tienen los oídos taponados y los ojos irritados por el cloro, aunque lleven esas gafitas ridículas en las que siempre entra agua.

Por todas estas circunstancias, me pregunto muchas veces: ¿por qué me gusta tanto nadar? Y me contesto de forma rápida, segura y contundente: ¿y yo qué sé...?



(Foto: piscina del club de campo de Madrid)

5 comentarios:

  1. Anda!!! Veo que somos de la misma especie, yo también nado. Bueno, nado ahora que en mi pueblo tenemos piscina, porque antes lo más parecido a la piscina eran los charcos que se formaban en la rambla del río y como aquí lo mismo llueve que no llueve... pues no nadaba mucho.

    P.D. Yo creo que tú nadas por instinto, porque si te metes en la piscina y no nadas... te ahogas (yo por lo menos, nado por eso).

    Bueno, pues eso, nada de nada, y sigue nadando. jijiji

    ResponderEliminar
  2. Yo también me he bañado en las charcas de las ramblas de estas sierras. Pero hay que aprovechar el día siguiente de que haya llovido, porque los charcos se los chupa enseguida el monte ¡Qué sed tiene nuestra tierra, pijo!

    ResponderEliminar
  3. Yo soy nadadora,y me gusta nadar por que mientras lo hago puedo dejar la mente en blanco y pensar........

    Cuantas decisiones importante habré tenido yo mientras hacia ese magnifico deporte!!!!!!!!!!!

    Un saludo.
    Nere

    ResponderEliminar
  4. Nere, pensamos muy parecido sobre la natación. A mí lo que más me gusta es nadar en el mar, lejos, por la línea de las boyas "anti-agresión-de-motos-náuticas-y-motoras" Entonces es cuando me siento realmente bien, es como estar solos el mar y tú.

    Te deseo un 2009 lleno de abrazos y brazadas.

    ResponderEliminar
  5. jajajaja, ahora como no escribo leo, a ver si empiezo un libro, pero ahora me ha dado por leer en tu blog, Diego, y esta entrada es buenísima, me gusta todo lo que tenga humor
    Un abrazo

    ResponderEliminar