jueves, 3 de septiembre de 2009

Últimamente duermo con sombrero

Es un sombrero humilde, blanco, con la badana negra. Lo compré en un mercadillo no me acuerdo por cuántos euros, pocos sin duda. Mi sombrero atrapa sueños, por eso lo uso de noche ¿Vosotros recordáis los sueños? Yo nunca conseguía recordar los sueños que me despertaban, sobresaltado o feliz, y que veía volar desde mi cama, inalcanzables. Los perseguía, pero siempre, siempre, se escapaban por la pared rumbo a otras mentes, supongo.

Pero ya no. Desde que duermo con sombrero los sueños se quedan alojados, presos, en el ala o en la badana negra de mi humilde sombrero blanco de mercadillo y puedo leerlos al despertar. Los sueños agradables quedan atrapados en el ala blanca y las pesadillas, en la badana negra. Así de fácil.

Ayer soñé que despegaba en un avión desde un país extranjero, de vuelta a casa. El avión remontaba el vuelo entre cables de alta tensión, casas próximas, con mucha dificultad, ruido y meneíllo, aunque nunca llegaba a estrellarse. Luego soñé que estaba atrapado en una pared vertical de una montaña de la que no conseguía escapar, ni para arriba, ni hacia abajo, ni siquiera para un lado.

Y soñé contigo. No sólo ocupas mi mente durante el día sino que me inundas de noche, como un extraño animal sin patas ni pasado ni futuro que lo rellena todo.

Cuando acabo de leer los sueños de la noche, enjuago el sombrero en el grifo del lavabo y miro cómo las letras giran un rato antes de desaparecer por el sumidero, como saludando. Quizás se dirigen a mentes de topillos, alacranes cebolleros o cangrejos ermitaños de tu playa. Y allí se reordenan y se convierten en nuevos sueños que sólo los topos, alacranes y cangrejos recordarán (si duermen con sombrero, claro)

(Foto: mi sombrero quitasoles y mi cama)

14 comentarios:

  1. Yo antes soñaba más que ahora y ya entiendo por qué: seguro que muchos habeis descubierto el sistema del sombrero y ahora vuestros sueños no llegan hasta mi. Pero voy a vengarme: dejaré que me crezca el pelo y luego me haré un moño, los sueños se enmarañarán de tal forma, que se quedarán para siempre conmigo y llamarán a otros para no estar solos.

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  2. Realmente los sueños son como duendes traviesos: Juegan, revuelven, tiran del pelo, abren los ojos con sus manitas para ver..., de que color son; diríase que su curiosidad es casi lasciva.
    Me he quedado pensando y tal vez las palabras que dejan por ahí, en el transcurso de la noche, terminen como un revoltijo mágico, o una pregunta con media respuesta, o quizás como una esperanza sin concluir, pero enfín, sea como fuere, es bueno el invento ese del sombrero, yo acabo de agenciarme una pamela (un poco complicada de colocar entre mi cabecita y la almohada), y espero, firmemente que, mañana esté repleta, ¡avariciosa que es una !, o tan sólo una persona sedienta de sueños....

    Maitina

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  3. Nunca consigo acordarme de los sueños. Me vas atener que dejar tu sombrero una temporada, pues antes cuando los recordaba me regocijaba en ellos y pasaba buenos momentos.
    por cierto que terreno más bien aprobechado.
    Da gusto estar de vuelta.
    Un abrazo.

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  4. María Jesús, a mí me gustaría dejarme crecer el pelo, pero eso ya es imposible en mi caso. Las ideas y los sueños se escapan, por eso uso sombrero para dormir.

    Hola, Margarita. La pamela creo que también sirve, aunque es más incómoda. Y no tiene la badana negra para que se quedaen ahí las pesadillas ¿o sí la tiene?

    Tetealca, cuando quieras te dejo mi sombrero, aunque mi "torrao" es considerable, uso una XXL, no sé si te va a servir. Y de paso nos conocemos, que ya estamos tardadndo...

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  5. Afortunadamente yo no necesito sombrero para soñar, ni siquiera necesito dormirme...

    Buscaré la badana negra, metros y metros de badana negra, para que mis malos sueños queden atrapados en ella y cuando ya no quepan más la quemaré...

    Los buenos sueños no quiero atraparlos...quiero que revoloteen de cabeza en cabeza y retornen a mi de vez en cuando...

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  6. Hola Dieguico!!! De todos los blogs a los que he entrado creo que el tuyo era el que más echaba de menos (bueno, el tuyo el de Tete y el de Libélula) pero no se lo digas a nadie, jejejejeje.

    Yo también te iba a decir que me prestaras el sombrero, pero mejor tráetelo la próxima vez que nos veamos (así cuando te descuides te lo podré quitar y me ahorro pedírtelo :D)

    P.D. He vuelto :P (Ya podéis echaros a "temblar" jejejejeje).

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  7. Zoldiiiiiiiiiiiiii ¡¡¡¡que sepas que ya no hay chocolate!!!

    Ten nietos para esto

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  8. Se me olvidó...Diego suscribo lo que dice Liz :D...aunque con matices...

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  9. Liz, siempre me pareció que Daisy y tú teníais un qué sé yo, un yo que sé parecido.

    Zol, yo sí que te he echado de menos. A ver si recuperas pronto tus textos, ya va siendo hora...

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  10. Feliz otoño, Diego.

    (el herrerillo)

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  11. ¡Gracias, herrerillo! Y cuídate, que este invierno va a ser frío.

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  12. ¡Un sombrero mágico!

    Yo pesco sueños, los atrapo con una caña especial, sentada tranquilamente en la orilla del riachuelo,a los sueños no hay que darles prisa, aparecen cuando ellos quieren y se explican cómo les da la real gana.

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  13. Hola, Lolalá! Lo malo es que en mi pueblo no hay río, por eso uso sombrero. Me voy a dar un garbeo por la orilla de tu río, a ver qué cuentas.

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  14. pues no es mala idea lo de atrapar los sueños con sombrero.

    Yo últimamnete lo hago despierta, de los que tengo dormida no me acuerdo, eso si, confio en mi mente que es más lista que yo, seguro que no se acuerda porque no son dignos de quedar en la memoria (tendré que pensar eso o comprarme un sombrero, o hacerme un moño como mariajesus)

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