lunes, 19 de octubre de 2009

Mis cuatro novias

Sí, tengo cuatro novias, metálicas, llenas de brillos, de rodamientos, de colores más o menos encendidos, de sencillos mecanismos. No puedo desprenderme de ninguna de ellas, las cuatro son muy importantes en mi vida, yo no tengo la culpa de haberme enamorado de las cuatro, siempre me gustaron los brillos metálicos, los mecanismos sencillos, los colores más o menos encendidos y el cruif cruif del neumático sobre la tierra del camino. Y los caminos.

Son mis bicicletas.

Os las voy a presentar, por orden de edad, desde la más... bueno, la mayor, hasta la más joven.

La Novela

Vive en Miraflores y es la mayor. Y la más guapa y coqueta. Le gusta ir siempre reluciente, arreglada, presumiendo de la belleza que mantiene intacta a pesar del tiempo que lleva conmigo. No le gusta mancharse con el polvo de los caminos, ni en el barro de los senderos, prefiere el asfalto aunque sea cuesta arriba. Sus engranajes cantan con un sonido alegre, juguetón, casi casi cascabelero. Me ha enseñado todas las revueltas de las carreteras de la sierra madrileña. La llamo “La Novela” porque está llena de letras, que aprovecho para leer en las tediosas rectas interminables.

La Peregrina

Vive en Caravaca. Dócil, dulce, sacrificada, aventurera, fuerte como un mulo a pesar de su frágil apariencia. La llamo “La peregrina” porque me ha llevado de peregrinación a Santiago de Compostela y a Caravaca desde Madrid. Kilómetros y kilómetros sin un pinchazo, sin una avería, sin un dolor de cadena o de frenos a pesar de que juntos hemos atravesado más de una tormenta y pasado mucho frío. Soporta sin una queja las mochilas llenas de ropa, los cachivaches de aseo, las botellas de agua o de bebida isotónica, el bocata tortilla... Y a pesar de su cansancio cada día me recibe con una sonrisa en su manillar.

La Guiri

La Guiri es puramente mediterránea, vive en Campoamor, junto al mar. Es la menos guapa de las cuatro, pero tiene mucho encanto, como ese plato oval que la hace tan peculiar. De salud no anda muy allá, quizás porque vive a orillas del mar y eso hace que crujan sus soldaduras oxidadas. Hubo un tiempo en que recorríamos juntos las carreteras asfaltadas próximas a Campoamor, entre pinos y olor a flor de naranjo y limonero, pero... el boom del ladrillo cambió los pinos por apartamentos y el olor a limonero por el del hormigón y pescaíto frito. Y ya no quiso salir tan lejos, es una sentimental. Ahora pasea, discreta, tranquila, entre pubs de guiris, sorteando rotondas, y recordando sin duda sus tiempos de gloria, cuando el leveche refrescaba su cara sin ser detenido por muros artificiales de cemento. Nunca se quejó, es quizás la que más ternura me inspira.

La M2

La M2 vive en Miraflores y es la más jovencica de las cuatro. La más pasional, inconformista, exigente, dura, todo un carácter. Odia el asfalto, cada vez que la obligo a circular sobre él noto que va incómoda, como gruñendo. Sin embargo, en las pistas de tierra es totalmente feliz, le gusta subir hasta lo más lato de los cerros, y si no sube más alto es porque mis piernas ya no dan para más. Disfruta ensuciándose con el barro, con las cagarrutas de las vacas, con los charcos, es como una niña. Pero al llegar a casa siempre me exige que la lave, la cepille y la embadurne con sus pócimas embellecedoras. Niña, pero también muy coqueta. Sólo le molesta una cosa: que la llame m2, dice que es un nombre de coordenada, pero ya no puedo cambiarle el nombre. Para conformarla le digo que m2 es el nombre de una galaxia, pero no creo que la convenza.

Cuatro novias que me dan todo, coquetería, aventura, ternura, pasión, a cambio de bien poco ¿qué más puedo pedir?

(Fotos: mis cuatro bicis, evidentemente)

9 comentarios:

  1. Que que mas puedes pedir?
    Tu nada...
    Yo si... QUIERO SER UNA BICICLETAAAAA!!!!!
    jajjajajaja

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Ella, no sé si es buena idea ser una bicicleta, las bicis no tienen voluntad propia, cuando quieren salir a dar un rulo nadie las saca y cuando están dormidas y perezosas viene el novio y les pega una paliza por esos caminos :-D

    ResponderEliminar
  3. Joder Diego, que suerte tienes, son preciosas y encima te subes y te bajas de ellas cuando te apetece. Con razon te conservas tan bien.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Me encanta ir en bici, pero hace miles de años que no voy :(

    Y tú, vas y tienes 4, que envidia, jajajajaja

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Diego, se bueno y en vez de M-2 llámale "Me das". Tu mismo dices que te lo dan todo.

    ResponderEliminar
  6. No creas que tengo tanta suerte Tete, recurro a novias metálicas porque las de carne y hueso no me hacen ni p... caso.

    Ender, recupérala, ya verás la cantidad de satisfacciones que te da. Si quieres, te presto una.

    María Jesús, lo que peor lleva M2 es no ser M1, le gusta ser la primera en todo. Acabará tirándome por las orejas o yéndose con otro ciclista...

    ResponderEliminar
  7. Me quedo viendo el blog, parece interesante.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Pues si es verdad que te gusta el azul.

    ResponderEliminar
  9. Es que soy bastante consecuente...

    ResponderEliminar