sábado, 9 de marzo de 2013

Siete días lunáticos (6)

La Luna se retrasa cincuenta minutos cada día en su cita con el horizonte. 
Pero el horizonte, locamente enamorado de ella, siempre la espera.

4 comentarios:

  1. Los horizontes son espejismos: a la misma velocidad que te acercas a ellos, ellos se alejan. Y vice versa.
    Y la luna va a lo suyo que es dar vueltas y más vueltas y a su ritmo.
    Lo tienen difícil :D
    A no ser que un poeta les ayude.
    Un beso, poeta-astrónomo.:)

    ResponderEliminar
  2. Hola!

    Yo también la esperaría, junto con Aldebarán (tan cerquita de mí..). La Luna siempre es amada y los poetas deben ser sus amantes naturales, aunque a veces haya que esperar como hace el horizonte. Nace tanta belleza de ese apasionamiento..

    Un beso lunático, Diego :)

    Besos para los demás :)

    ResponderEliminar
  3. Sí, Fran, el horizonte es poeta y utópico, la luna, fría y desapasionada.

    Ana, ¿tienes cerquita a Alde? Qué suerte tienes, es mi estrella favorita :)

    Es lo que tiene, Virgi :)










    ResponderEliminar