Ejemplar joven, con los escalones bien marcados en la espalda...
... y otro ya viejuno, con los escalones desgastados.
¡Cuántas de estas preciosas e inofensivas culebras
mueren atropelladas en las carreteras!
O lo que es peor: a palos.
O lo que es peor: a palos.
:)) Ésta la conozco por haberla tenido en el jardín varias veces (concretamente en la arqueta del agua) y recuerdo que me la identificaste tú, hace tiempo:)
ResponderEliminarY desde que la conozco, ya no le tengo miedo :)
Pero no la he vuelto a ver: tiene un gran competidor en el terreno de caza de ratones: mi gato.
Besos, prof :)
Madre mía Diego, cuanto bicho hay ultimaménte por tu casa.
ResponderEliminarLas culebrillas no me atraen especialmente, pero estas son monísimas.
Un besico