Pero para preciosa (y peligrosa) esta víbora
en el sendero de subida al nacimiento del río Mundo.
Esta sí parece decir con su mirada: "¡Eh, tú, el de la
maquinita, no te arrimes demasiao o te endiño
un bocao"
Esta sí parece decir con su mirada: "¡Eh, tú, el de la
maquinita, no te arrimes demasiao o te endiño
un bocao"
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Y aquí termina la serie de ranas, sapos, sapillos, sapetes,
lagartijas, lagartijonas, culebrillas y culebrones con la que he
pretendido distraer algo estos días de estío,
este mes agosteño de calores, calorinas, calorcetes
y barrigas tostándose al sol.
y barrigas tostándose al sol.
Muy buena la foto. :)
ResponderEliminarPrecioso el bicho... y peligroso... y el responsable del respeto visceral que les tenemos a todos los reptiles en general.
En el nacimiento del Mundo... no podía ser en otro sitio :D
Gracias por el entretenido agosto de herpetología. De todo, lo que más me ha gustado han sido los sapillos.
Si hay examen en septiembre, no me presentaré: ya que la arena se queda limpia de barrigas tostadas, YO me voy a nadar a contracorriente en aguas del Atlántico. :D
Besotes.
Bueno, el responsable del respeto visceral que les tenemos a estos bichos es la biblia por su escena del paraíso y la "perversa" serpiente, un ser malo, pero malo, malo ¿eh?. Pobrecitas, si no se meten con nadie. Nada bien en esas aguas atlánticas. Y gracias a ti y a los que han visto esta serie reptiliana.
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