lunes, 24 de febrero de 2014

El sorbecocos


El individuo notó como una incisión en la cabeza y un peso mochilero en la espalda. Se miró en el escaparate del chino y el reflejo confirmó lo que temía: se le había subido un sorbecocos a la chepa. Pronto empezó a oír sobre su cabeza esos schruif schruif tan cercanos en sus fonemas a los que produce la pajita cuando él apura su calimocho en el treintaitrés. 

La pajita hurgaba en el interior de su cerebro, buscando aquí y allá. El otro comenzó sorbiendo cachitos del giro cingulado, que controla la rebeldía. Tras eructar, siguió profundizando hasta alcanzar el cuerpo calloso, donde reside la identidad, y allí pegó varios lingotazos, schruif, schruif. Luego la pajita siguió y siguió moviéndose arriba y abajo, escogiendo chupitos de la glándula pineal, del hipotálamo, del cerebelo, de la médula oblonga e incluso del cuerpo mamilar. Sorbito a sorbito, schruif a schruif, el individuo se fue quedando sin ideas, sin pasiones, sin personalidad, se convirtió en un ser (uno más) sumiso, obedecedor, manipulable, memo. 

–Otro borrego al redil, sigamos la tarea –pensó el otro mientras se apeaba entre eructos renovados y ventosidades.

14 comentarios:

  1. Veras, el pobre hombre o el hombre pobre, esta predestinado a acabar baaaalando desde el momento en que se para en el escaparate de un CHINO, donde además se ve una TV emitiendo el telediario, no puede evitar asomar la cocorota en el interior de la ultima generación de bazar para mejor escuchar las gloriosas noticias que serán la guía de su existencia.. La pajita chupoptera ya esta introducida y el, indefenso y anestesiado, comienza a baaaaaaaalar. Povero infelice la acaba de defecar para siempre
    .Diegueriño, que capacidad tienes pa to.. Mereces un gran abrazo de agradecimiento.........

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  2. Ufffffffffffff, no sé porqué se me hace una realidad tan nuestra, conozco un bicho que nos va consumiendo cualquier tipo de ideas y fantasía... Un abrazo.

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  3. Ojalá los sorbecocos fuesen tan tangibles como los que nos describes, al menos se les podría dar a tiempo una buena tunda.

    Saludos.

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  4. Cualquier individuo siempre está a tiempo de rebelarse y soltar las piernas del sorbecocos para que este se caiga. Así dejará de ser un borrego más.

    Besitos.

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  5. Y lo peor es que el que va encima es un imbécil.

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  6. Sí, Iota, hay mucho candidato imbécil (como dice Paradeliña) a ser objeto de sorbimiento de coco.
    Darío, me da a mí que a ti hay pocos bichos que te sorban el coco. Abrazo fuerte.

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  7. Ignacio, tienes razón, los manipuladores suelen estar en la sombra, no es fácil trincarlos :)
    No sé yo si vale tu receta, gatilla, se agarran a la pajita y no los tiras ni a tiros. Y así nos va, cada vez somos más rebaño, más “balidores”, más estereotipados, más móvildependientes, más coordenadas moviéndose por un mundo supercontrolado en el que nada se improvisa. Besico libre e improvisado :)

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  8. Se me vino esa peli que si que sorbian las ideas...Alguén voló sobre el nido del cuco.
    Andaré alerta y mirando de reojo por si veo un sorbecocos y espantarlo, no me gusta ser borrega :))) Muy chulos los dibujos.
    Buenas noches.
    Un beso.

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  9. Nunca se insistirá lo suficiente en la necesidad de protegerse la cabeza: por allí se escapa el calor del cuerpo, por allí se cuecen las insolaciones y por allí nos pueden implantar un piojo-chip indeseado en el hueco dejado por la pajita chupchup.
    Conclusión: ¡ a ponerse gorro de lana, sombrero... o gorro de piscina! Los hay muy favorededores. ;)
    Besicos

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  10. ¿Qué quieres que te diga? que lo has hecho tan real que me desagrada...¡uy, no quiero ni verlo...!
    (y ya sé, ya sé que es lo que abunda más de lo que creemos)
    Ay, besitos, querido Diego

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  11. Laura, tú estás a salvo de sorbecocos: son incapaces de traspasar tu casco vespasiano :)
    Fram, olvidas el casco de ciclista, aunque este tiene agujeros y cabría una pajita chupóptera.
    Es que esos tipos son de por sí desagradables, Virgi. Y guarros :)

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  12. Ay, me ha dado mucha angustia el dibujo, y no menos el texto y el sonido del chupíctero, no no Diego, no me gusta. ¿No hay alguna forma de eliminar a esos insectos, a esa plaga que asola a tantas de las cabezas humanas? :(
    Me aterra el contacto con el mundo después de esa imagen tan fideligna y esas palabras tan crudas. Aaaaay.
    Un besico!

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  13. Como bien dibujas, cada vez hay más personas chupopterizadas :) Pero a ti no te identifico ni en el de arriba ni en el de abajo :) Besico sin pajita :)

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  14. Patricia, esos insectos son ineliminables. Proliferan, abundan, desbordan, exceden, superan. Lo mejor para evitar su ataque es llevar un casco permanente de ciclista, pero la verdad es que no favorece mucho... Besico abuelillóptero :)
    Esther, soy difícil de chupoptizar, mi "torrao" está casi vacío, solo queda una neurona escondida debajo del hipotálamo, pero schhh, no se lo digas a nadie :)

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