Está sentada en la butaca verde. El sol de media tarde se cuela por los visillos, iluminando su espalda cubierta por la rebeca rosa que ella misma tejió. Una bata azul claro la viste hasta los pies. Zapatillas de paño, a cuadros grises. Los codos sobre los apoyabrazos. El dedo índice de su mano izquierda jugueteando, enreda y desenreda, con el rizo blanco que cae con gracia de su frente, rebelde. La cabeza, inclinada. La mirada serena, que yo sé azul, concentrada tras sus gafas de varillas metálicas. Lee.
(Foto: fragmento de "Tu rostro mañana", de Javier Marías)
Diego,qué sentimientos de colores para este cuadro del mañana que nos quieren pintar siempre de gris. Equilibrio entre los rizos rebeldes de la frente y la mirada serena. ¿cómo lo conseguió?... ¿qué lee? ... a Marías por supuesto.
ResponderEliminarPrecioso... como siempre. Un beso.
¿El fragmento de la foto "Tu rostro mañana" pertenece a?
ResponderEliminar1 Fiebre y lanza.
2 Baile y sueño.
3 Veneno y sombra y adiós.
¡¡Premio para quien lo adivine!!
Éste m'ha llegau
ResponderEliminarDiego, que te he visto en foto, de rojo y muy jovial jejeje. Unas ganas de echarte un brazo...
GÑÑÑ,
Esteve
Anónimo, colores, siempre colores: azul, naranja, verde... y blanco.
ResponderEliminarElla, este Marías me está costando. Me gustó más Mañana en la batalla. Yo sí sé a qué novela de la trilogía pertenece el texto, naturalmente. Y sé que elegí el texto, no es casual.
¡Esteve, coñe! Ganas también de echarte el brazo, si llego, que tú eres muuu largo :)
Y "Corazón tan blanco" ( estoy a la mitad o algo más) ... el blanco: la suma de todos los colores. Me gusta.
ResponderEliminarMe gusta esa abuela que lee, me inspira ternura y ganas de abrazarla.
ResponderEliminarJavier Marías no es de mis preferidos, pero reconozco lo bien que escribe.
Besitos
Yerminando tu título, "piensa en mi", cuando escribas sobre viejecitas que leen. Lo rebelde, en mi, no es un rizo, son las ideas, las muy puñeteras.
ResponderEliminarAh, entonces la rebeldía sobrevive de alguna manera, ya me quedo más tranquila :D
ResponderEliminarEnredando y desenredando un mechón con el meñique, seguramente aquel mismo gesto de allí tan lejos, en un pupitre aprendiendo vocales... La esencia, que viaja con nosotros.
ResponderEliminarDos textos preciosos, esa página de Marías y el tuyo.