La acequia ("cieca") es el alma de Mayrena y de lo que fue la huerta de Caravaca. El agua que la alimenta surge de la Fuente de Mayrena, después de recorrer kilómetros de rocas profundas calizas. Cantarina, fresca, transparente; un regalo entre tanta aridez. De pequeño la utilizaba como pista de carreras de nueces cogidas de la noguera. Y siempre, para "abuzarme" a beber después de volver de los montes que la acunan.
Hola Diego. Que razón llevas, la Fuente de Mayrena y las Fuentes del Marqués son el alma de Caravaca. Tenemos suerte de poder disfrutarlas, espero que por mucho tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo sé de una acequia que también sabe muchas cosas de mi niñez.
ResponderEliminarHasta pronto.
Hola!
ResponderEliminarQué rumor más bonito el de esa acequia.. qué líneas preciosas marca el agua y el sol.. qué de miradas se habrán cruzado teniéndola como testigo..
Gracias por compartir un cachito de tu alma, Diego :)
Muchos besos para tí :)
Otros tantos besos para los demás :)
Gracias por evocar uno de los recuerdos imborrables de mi niñez/juventud en Mayrena. Me acercaba a la "cieca" sudando, después de una de aquellas excursiones familiares que tanto disfrutábamos en verano. Apoyaba una mano y un pie a cada lado y flexionaba el cuerpo hasta meter toda la cara en ese torrente fresquísimo, la boca bien abierta. Aguantaba hasta que los brazos empezaban a temblar por el esfuerzo. Me levantaba paladeando el frescor y dejando que el agua me empapara. Si, encima, podías hincarle el diente a algún "maracatón" que quedase sin recoger... No creo que el paraíso esté muy lejos de eso.
ResponderEliminarTetealca, tú si conoces esos lugares. Me gusta tu reaparición.
ResponderEliminarMercedes, me gusta verte por aquí y aprender visitando tu blog.
Ana, un beso acuático para ti.
Pedro, tú también conoces la "cieca", se nota. Esa postura que describes también la he adoptado y la sigo adoptando a menudo. Siempre con cierto temor de que venga "el tío de la pita" y me embanaste por detrás :)Para mí sí está el paraíso allí.
¡Qué bonita palabra "abuzarme"!
ResponderEliminarPor aquí decimos "debruzóuse" (se echó de bruces),se inclinó.
Que perfecto, poder beber todavía , echados sobre el agua que corre.
Alucinante transparencia. No hace falta ser poeta para decir cosas bellas. Un abrazo.
ResponderEliminarDieguito, cuanto más te leo los "Paisajes caravaqueños" más se me antoja que es el paraíso....
ResponderEliminar(aquí vendría bien un "monigote" de ssssussspirosss jajaja)
... con sus frutales y ... hasta su serpiente jajaja
¡qué lo disfrutaís,suertudos! Besote
Hola amigo: Te he encontrado, por tu participación en el concurso de Paradela. He seguido en tu blog y me he abuzardo o aburzado, en las aguas cristalinas de la acequia. Sigo bajando, bajando, por tus dominios, y sabes me gusta tu blog. Voy a seguir leyendo, si no te imporota.
ResponderEliminarFeliz dia.
Me incorporo tarde, pero no puedo resitirme a añadir mi recuerdo de la "cieca". Sin necesidad haber subido al Cigarrón, y de haber "excursionado", y sólo con el aliciente del calor de agosto, todavía siento más que recuerdo el fluir del agua por mi cuerpo, tendido en toda su longitud dentro de la acequia, mientras abría la boca y tragaba su agua fresquísima. Claro que entonces no había riesgo de polución alguna.
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