Desde la cima del Cerro Gordo, hacia levante. Las crestas de las montañas se desperezan entre la bruma de la mañana aún fresquita. Pronto desaparecerán sorbidas por un sol implacable.
Siempre pienso que a algunas fotos les sobran las palabras o que algunas palabras no necesitan fotos pero en este caso, no sobra nada, todo encaja. ¡Quién pudiera estar allí! Se nota el frescor de la mañana temprana,se oye el silencio, se presiente sol despiadado.... y sobran mis palabras. Besote
¡Qué hermoso amanecer de un día sin amenazas!.
ResponderEliminar¡Qué preciosidad de foto, Diego! da una envidia tremenda :) un día de estos me vas a tener que llevar allí arriba para ver esos amaneceres :)
ResponderEliminarUn beso para tí :)
Besos para los demás :)
transmite sosiego :-)
ResponderEliminarImpresionante, simplemente.
ResponderEliminarEn Murcia, la capital de la huerta, también existen montañicas y cerros. Solo hay que buscarlos.
ResponderEliminarQué foto y qué tres renglones tan bellos. Entrada breve pero intensa. Me gusta!
ResponderEliminar"Las crestas de las montañas se desperezan entre la bruma de la mañana..."
ResponderEliminarNo sabría con que quedarme, si con esas palabras o con la fotografía.
Que precioso amanecer!
Creo que con las palabras.
Siempre pienso que a algunas fotos les sobran las palabras o que algunas palabras no necesitan fotos pero en este caso, no sobra nada, todo encaja.
ResponderEliminar¡Quién pudiera estar allí!
Se nota el frescor de la mañana temprana,se oye el silencio, se presiente sol despiadado.... y sobran mis palabras.
Besote