Quiero trepar por tu cuerpo
enganchado a tu ladera,
sentir el brazo invisible
de la brisa que te envuelve,
oler tu piel de romero,
de espino negro,
de espliego,
de resina...
de silencio,
saciar en tus manantiales mi ansia de poseerte,
perderme en tus recovecos
buscándome en ti, Mayrena.
(Foto: otoño en Mayrena)
Diego
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros esa pasión.
Besitos otoñales :)
"saciar en tus manantiales mi ansia de poseerte"..
ResponderEliminarNo hay palabras para describir lo que se siente al leerlo.
Hace tiempo que te tiene enganchado en sus recovecos, donde te encuentras al perderte entre sus brazos de agua y perfumes.Para siempre y más allá de la palabra siempre...
ResponderEliminar¡qué suerte teneís los dos!
¡qué pasión!
Diego es Mayrena y Mayrena es Diego, así de sencillo.
Un beso,poeta.
Toda una declaración de amor a Mayrena, tan bella como ella.
ResponderEliminarUn poema muy estimulante.
Hasta la próxima.
.... y cuando deje la tierra
ResponderEliminardormir bajo los cipreses negros....
esos que enmarcan mi puerta....
Pedrice
Pues el colofón de Pedrice, no desmerece.
ResponderEliminar¡Qué suerte, saber escribir así y tener amigos de esa categoría!
precioso!
ResponderEliminarQue hermoso!!!Cuantas palabras nuevas descubro en tus escritos. como "ayeres". y de como las administras sobre el pape!
ResponderEliminarmejor dicho, en el teclado,
Saludos curdiales.
Creo que hasta alguno de los Siete Peñones, Cerro Gordo o El Cigarrón, pedirían prestada hoy tu pluma para intentar escribirle a Mayrena unas líneas como esas.
ResponderEliminarPreciosa también la fotografía.
Si Mayrena tuviese sabor... a que sabría?
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