¿Qué se está preguntando este monigote? No lo sé... Pero yo, me pregunto ¿qué hacía ahí dentro? ¿no hay sitios mejores para echarse la siesta?... o... ¿es que no quería abandonar sus ideales y un poco más y se lo llevan a él también? y se pregunta a dónde se los llevan... ¡Qué alguien venga pronto a darme una explicación! Esto es un sinvivir. Buen lunes a tod@s. Besotes
Creo que el muerto, que no está muerto, se extraña de que los que llevan su caja no se hayan dado ni cuenta que se escapó de la muerte. Lo que demuestra qué poco empatizamos en nuestros días con el prójimo. Hacemos las cosas como autómatas, porque son socialmente correctas, pero no sabemos ni lo que realmente estamos haciendo. Que hay que enterrar a fulano... pues ale, a sacar el traje negro del armario y a ponerse en situación. Parecemos robots. Feliz semana.
A veces pasa...estas dentro sin saber como has llegado ahí, y si tienes la suerte de poder abrir la tapa y saltar lo haces. El cortejo fúnebre suele ignorar tu abandono, por que esta establecido que las cosas sean como son a pesar de tu rebeldía.
Pensar que estabas muerto, en un sitio cerrado y sin salida, y de repente te das cuenta de que puedes salir al exterior, aunque los demás se piensen que sigues ahí metido :)
Quizás nos encerramos demasiado en nosotros, en nuestras limitaciones o nuestras ideas y hay que salir un poco a mirar qué pasa en el mundo, aunque el mundo vaya por su lado. Habría que salir de lo que es uno mismo, ser capaz de descubrirnos de otra manera, de vivir de otra manera, donde quizás seríamos más felices.
Pensar que la vida se había acabado y darse cuenta de que sigue ahí, en las puntas de los dedos queriendo llenarse de nosotros.
Como cantaba Peret al ritmo de una rumba catalana: "y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no ,no ¡que estaba tomando cañas, lere lerele!" Lo importante es no dejarnos enterrar antes de tiempo por los agoreros de siempre. Mientras haya una ilusión queda aún mucho por vivir ¡Abajo los ataúdes prematuros! (Todos conmigo: ¡¡abajo!! Gracias)
Creo que nadie está preparado para aceptar que está muerto. Hay siempre un instinto de supervivencia que nos hace no aceptar esa realidad del todo. Muy ingenioso Diego.
Yo, para quitar a mis hijos un "peso" de encima, y para evitarme desilusiones cómo la de hombre del "mono", he decidido incinerarme. Claro que si hubiera tenido un cuarto hijo para la cuarta esquina..., o las hicieran triangulares...... Pero no. Yo a la pira funeraria, y hasta allí, cómo lo moros: en parihuelas y con la manita colgando por debajo de la sábana. ¿No era así Diego?. Pedrice
¿Qué se está preguntando este monigote? No lo sé...
ResponderEliminarPero yo, me pregunto ¿qué hacía ahí dentro? ¿no hay sitios mejores para echarse la siesta?... o... ¿es que no quería abandonar sus ideales y un poco más y se lo llevan a él también? y se pregunta a dónde se los llevan...
¡Qué alguien venga pronto a darme una explicación!
Esto es un sinvivir.
Buen lunes a tod@s. Besotes
Creo que el muerto, que no está muerto, se extraña de que los que llevan su caja no se hayan dado ni cuenta que se escapó de la muerte. Lo que demuestra qué poco empatizamos en nuestros días con el prójimo. Hacemos las cosas como autómatas, porque son socialmente correctas, pero no sabemos ni lo que realmente estamos haciendo. Que hay que enterrar a fulano... pues ale, a sacar el traje negro del armario y a ponerse en situación. Parecemos robots.
ResponderEliminarFeliz semana.
A veces pasa...estas dentro sin saber como has llegado ahí, y si tienes la suerte de poder abrir la tapa y saltar lo haces. El cortejo fúnebre suele ignorar tu abandono, por que esta establecido que las cosas sean como son a pesar de tu rebeldía.
ResponderEliminarUn beso
Debía de ser poco pesado, que los portadores no notaron su ausencia.
ResponderEliminarMe encanta.
Sin más.
A algunos porteadores ni siquiera les importa el peso de lo que llevan, lo llevan sin más, porque se lo han dicho...
ResponderEliminarHola a todos :)
ResponderEliminarPensar que estabas muerto, en un sitio cerrado y sin salida, y de repente te das cuenta de que puedes salir al exterior, aunque los demás se piensen que sigues ahí metido :)
Quizás nos encerramos demasiado en nosotros, en nuestras limitaciones o nuestras ideas y hay que salir un poco a mirar qué pasa en el mundo, aunque el mundo vaya por su lado. Habría que salir de lo que es uno mismo, ser capaz de descubrirnos de otra manera, de vivir de otra manera, donde quizás seríamos más felices.
Pensar que la vida se había acabado y darse cuenta de que sigue ahí, en las puntas de los dedos queriendo llenarse de nosotros.
Gracias, Diego, un beso para tí :)
Besos a los demás :)
Vaya dibujo Diego: Dice mas que un libro de cien paginas. Me ha gustado mucho. Un abrazo amigo.
ResponderEliminar¡Pero si no estoy muerto!
ResponderEliminarComo cantaba Peret al ritmo de una rumba catalana: "y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no, no, y no estaba muerto, no ,no ¡que estaba tomando cañas, lere lerele!" Lo importante es no dejarnos enterrar antes de tiempo por los agoreros de siempre. Mientras haya una ilusión queda aún mucho por vivir ¡Abajo los ataúdes prematuros! (Todos conmigo: ¡¡abajo!! Gracias)
ResponderEliminarCreo que nadie está preparado para aceptar que está muerto. Hay siempre un instinto de supervivencia que nos hace no aceptar esa realidad del todo.
ResponderEliminarMuy ingenioso Diego.
Abajo!!
ResponderEliminarPues mi lectura de la tira es que el 'muerto' se dio cuenta de que nadie le acompañaba llorando su muerte... es triste ¿no?
ResponderEliminarun abrazo
Yo, para quitar a mis hijos un "peso" de encima, y para evitarme desilusiones cómo la de hombre del "mono", he decidido incinerarme.
ResponderEliminarClaro que si hubiera tenido un cuarto hijo para la cuarta esquina..., o las hicieran triangulares......
Pero no. Yo a la pira funeraria, y hasta allí, cómo lo moros: en parihuelas y con la manita colgando por debajo de la sábana.
¿No era así Diego?.
Pedrice