Vio un carpintero y una virgen mirándolo extasiados. Vio una mula y un buey.
Vio tres reyes magos que le traían incienso, oro y mirra ¿Para qué quería él el oro, el incienso y, sobre todo, la mirra, que no sabía ni qué era? Vio, fuera, pastorcillos, lavanderas en un río de papel de plata, borreguitos y un caganer en lo alto de una loma.
Se miró. Se vio un niño normal. Él no quería ser jesús, ni dios, ni cristo, ni espíritu santo. No quería ser adorado. Quería ser niño, sin más. Saltó del pesebre, montó precipitadamente sobre la mula y se largó a galope de allí.
Se miró. Se vio un niño normal. Él no quería ser jesús, ni dios, ni cristo, ni espíritu santo. No quería ser adorado. Quería ser niño, sin más. Saltó del pesebre, montó precipitadamente sobre la mula y se largó a galope de allí.
Aún lo andan buscando.
(Foto: entrada a una cuadra en el pueblo en ruinas de Retamalejo, Murcia)
(Foto: entrada a una cuadra en el pueblo en ruinas de Retamalejo, Murcia)
Pero ya sabes lo dados que somos a "montarnos belenes" ;)
ResponderEliminarun abrazo (bueno dos, que aún es Navidad)
El niño de tu cuento nació sabiendo latín... pero también es un cuento.
ResponderEliminarAbrazote.
PS la palabra que me piden : billi... el niño :DDDD
Y se quedó reflejada su cara en la entrada de esa cueva.
ResponderEliminarUn abrazo
Diego, yo creo que este si era el hijo de dios, porque nacer tan sabio y tan agil para subir a la burra, solo lo puede hacer el hijo del susodicho. Puestos a elegir entre los dos cuentos, me quedo con este que es más moderno.
ResponderEliminarUn abrazo post-navideño, bueno ¿todavía es navidad hoy?
Visto todo lo que se ha montado en su nombre, creo que hubiera sido lo mejor!!!
ResponderEliminarPero... entonces ¿que estaríamos celebrando ahora ?
No lo se ,pero al Corte Inglés ya se le hubiera ocurrido algo.
UN ABRAZO¡¡¡¡
....y cómo terminó su aventura???
ResponderEliminarPorque con ese comienzo tan trepidante, esto promete mucho...
Creo que esta variante de la historia tradicional....me gusta más!! ;)
Lo encontraron Diego, lo encontraron. Salió corriendo porque su padre, carpintero él, en vez de mesas hacía "cruces de madera" para el nene y la nena, y aquello le dio mala "espina".
ResponderEliminarVolvió mal aconsejado a sus 30 años. Le hablaron de una entrada triunfal en Jerusalem, y claro, quién se niega a darse un baño de multitudes.....
El resto viene en la Biblia.
Pedrice.
GENIAL!!!!
ResponderEliminarEl mejor cuento de Navidad, sin duda!!
espero que jamas lo pillen.
Un beso grande
Pulgares arroba!
Otro gallo nos cantaría...
ResponderEliminarPues sí, "otro gallo nos cantaía". Si mi historia fuese cierta, ¡de cuántas guerras se habría librado la humanidad! Por cierto, hay quien dice que el niño se fue con el caganer, y que por ahí sigue, sin disfrazarse de nada ni nadie.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarBonito cuento, Diego :) Pero quién te dice a tí que no fue esto lo que sucedió en lugar de lo que nos han contado..
Si no se hubiera dicho que ese niño era el mesías ya hubieran dicho que otro lo era, y si a lo largo de la historia no se hubiese matado por la religión cristiana se hubiese matado por cualquier otra..
Un beso de no-navidad para tí, Diego :)
Besos a los demás :)
Mañana me fijo en mi belén a ver si también se escapó. Qué genial.
ResponderEliminarBesos, Diego y Feliz Año Nuevo.