Apaga la luz, ¿no te lo he dicho? Los desconecta, los aturde, los desconcierta, los asusta. Apaga la luz, te repito, quiero oír a los sapos. ¿Qué más te da esta noche no mirar las arañas que se descuelgan de las cortinas de tu impotencia, penetran en tus ojos encendidos y salen por las uñas de los dedos de tus pies en procesiones sin sentido, en ciclos que no terminan? Venga, apaga el velón, la linterna, la bujía, la lámpara, apaga los sentimientos, hasta la luna apaga; esta noche quiero oír a los sapos.
Se comentaba en los salones de Palacio, me lo aseguraron en la pelu, pero no lo podía creer. Hoy he comprobado que es cierto: te has vuelto loco :D Abrazo con croar desde mi charca.
ResponderEliminarCROAC, CROAC, CROAC, CROAC, CROAC............. Y CROAC
ResponderEliminarEstancias separadas, Diego, estancias separadas donde cada uno pueda disfrutar a su aire sin molestar al otro, ni asustarlo. Te lo dice una insomne crónica y experimentada de sapos, arañas y más bichos. :D
ResponderEliminarEn lo de apagar la luna, no tengo idea de cómo se hace (si es que se pueda) pero me parece un error: a los sapos, les gusta su luz. :)
Buena siesta, abuelete, y bizuses de lunes :D
Por aquí, esta temporadita a ellos ni les importa la luz: están felices, disfrutando del agua día y noche.
ResponderEliminarMe gusta ese sapo con color de rana, joven y delgado...
Es curioso, cuando yo, en mi tercera reencarnación, era sapo cancionero, mi sapa me decía algo parecido: ¡¡calla, sapo!!, apaga la luna, no seas pesado, esta noche quiero oír discutir al hombre.....
ResponderEliminarQue cosas......
Diego espero que ya te cansaras de escucharlos y vuelvas más tranquilo:)))) A mí no me gustan los sapos
ResponderEliminarBuen lunes.
Un beso
El sapo esta a mis pies
ResponderEliminarla luna se ha escondido
palpitando mi ser siente el placer
de estar contigo
A veces este amor me esta quemando la razón
a veces un croar me esta llamando
Recuerdos que se mezclan
sonidos ya muy lejanos
arañas que se ocultan y
siempre están bajo mis manos
Si el mundo esta a mis pies
y el cielo se ha escondido
solo tu cuerpo es
el blando azul de mi destino
parece que este amor
me esta dañando la razón
parece que este amor
me esta quemando
Cuidado Diego ,no los invoques tanto, !! mira que si esta noche hay una invasión de sapos?!! Muy bueno e interesante. Gracias
¿Y qué me dices de las chicharras o los mirlos o los gallos mañaneros?
ResponderEliminar:) :) :) besos
Eso de apagar los sentimientos me produce tristeza. Cuidémonos de eso. Siempre.
ResponderEliminarUn besazo sin apagamientos de ningún tipo.
Molvidé Diego.
ResponderEliminarMe gusta el ojo de ese sapito.
Me enrecuerda a alguien :)
Vale, vale, se comenta en los salones de palacio, no apago la luna, el sapo le gusta a Paradeliña, las sapas nos gritan, me cansé de escucharlos, me invadieron de noche recitando poesías y los mirlos cantan muy bien. Pero las arañas siguen colgando de las cortinas de mi impotencia (y eso que las he descorrido) y me siguen saliendo por la punta de los pinreles. ¿Y ahora qué hago, hein, hein?
ResponderEliminarGata, no te había visto, a pesar del ojo amarillo del sapo, que mira fijo y asustado. Voy a asomar la oreja a la ventana, a ver si oigo algún sapillo, esta es su hora de salir. O de entrar, nunca se sabe...
ResponderEliminarCoincido con gata y con Fram, cada uno en sus estancia con sus luces y sus sapos y sus arañas, cada uno que elija qué quiere escuchar y qué cosas quiere ver, que a fin de cuentas es de las pocas cosas que se pueden "elegir"; y nunca apagues los sentimientos, creo que entonces también nos apagamos nosotros. Un abrazo de rana verde, con cara de asustada y ojo avizor, como tu dibujico. :)
ResponderEliminarTodo sonido el bello , no encuentro fealdad en escuchar sapos en la noche.
ResponderEliminarUn abrazo.