martes, 22 de marzo de 2016

Un mes

Hoy hace un mes murió Mariajesús, "Paradeliña". 

Unos cuantos de sus amigos bloqueros nos comprometimos a recordarla en esta fecha, publicando algo en nuestras respectivas ventanitas virtuales. Sé que algunos lo habéis hecho. Y yo no quiero ser menos. 

Una de las muchas iniciativas de esta inolvidable galleguiña consistió en organizar un concurso literario entre sus comentaristas. El concurso consistía en tomar una o varias fotos de las que publicaba en su blog y redactar cada semana, durante un mes, un relato breve inspirado en las fotos. Luego seleccionó un relato de cada participante y editó y nos regaló un precioso libro recopilatorio. Yo escribí un relato, con motivo de aquel concurso, que creo refleja muy bien el carácter de esta mujer tan independiente, vital y rebelde. El relato lo llamé "el tornillo" y me lo inspiró una foto que publicó Mariajesús de ella hurgando en el depósito de aceite de su cortahierbas. Ahí va 


EL TORNILLO


Miré sorprendida la hierba de la parcela. Estaba muy alta, llovió mucho en primavera. Decidí segarla. Arranqué el corta-hierbas al quinto intento, como siempre, y comencé a arrastrar el ruidoso cacharro, arriba y abajo. Mis dos caballos, Chupa y Cisco, me miraban; siempre me miran cuando me ven zascandilear por allí. Olía a hierba segada.

¡Qué a gusto estoy en este lugar! Hace tiempo rompí amarras, dejé la ciudad, sus ruidos, sus prisas, sus malos humores, sus malos amores, su congestión, y me vine a vivir aquí, sola, ante la incomprensión general. —Estás "zumbá", te falta un tornillo— me decían. Aquí me he hecho huertana, mecánica, agricultora, ganadera, jardinera, hasta tengo una piscina para nadar unos largos. Y mis caballos. Y un perro. Y un tractor. Y cantidad de amigos para los que siempre hay un cacho de empanada, una botella de vino, una palabra y una sonrisa. Soy una mujer feliz.
En esas cosas iba yo pensando cuando las aspas de la máquina hicieron un ruido extraño, como de haber chocado con algo, y se caló el motor después de toser dos veces. Cisco no dejaba de observarme. Chupa no; me suele observar menos. Levanté el cacharro por un lateral y ví el motivo de la avería: un tornillo, grandote, había pegado contra las aspas. Lo cogí y lo miré pensando de dónde podía proceder ¿Del tractor? No, el tractor tenía todos los tornillos en su sitio.
Entonces recordé... me toqué la cabeza y, un poco por encima de la oreja izquierda, disimulado entre el pelo, palpé el hueco. Allí podía caber el tornillo. Lo aproximé al boquete, apoyé el borde, empecé a roscar, y comprobé que encajaba a la perfección. Apreté a fondo. Cisco y Chupa me seguían mirando, algo perplejos pero no tanto, están acostumbrados a verme hacer cosas raras. 

Con el tornillo ya apretado, mis pensamientos cambiaron. Me sentí más otra, menos yo, más grey, menos personal, más infeliz, más incómoda, peor... Me asusté. Sin dudarlo un instante, desenrosqué el tornillo y lo lancé violentamente por encima de la valla que me separa del vecino, el de las gallinas. Espero no volver a encontrarlo jamás (y no haber matado alguna gallina del tornillazo) Volví a arrancar el motor al quinto intento, como siempre, y seguí con mi faena, satisfecha, liberada y canturreando el veinte de abril de los Celtas Cortos. Cisco no dejaba de mirarme. 

 (Fotos realizadas por María Jesús y usurpadas de su blog "Paradela de Coles")

9 comentarios:

  1. ¡Hala, ya la ha vuelto a liar esta mujer! :) Hoy nos unimos, de nuevo, para recordarla. Como te puse en la otra entrada los enlaces no la voy a repetir aquí, pero te añado la de Genín, que no estaba.

    http://miherenciablogspotcom.blogspot.com.es/2016/03/no-me-da-la-gana.html

    Un abrazo, Dieguique.

    ResponderEliminar
  2. Tendremos que acostumbrarnos a no leer más sus comentaros diego. Parece mentira que una "ventana" tan fría y lejana,ate lazos tan apretados... Hoy estará contenta .
    Bonito recuerdo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. De nuevo lo consiguió la blogosfera esta de nuevo revuelta gracias a nuestra gran amiga María Jesús, estará feliz allí donde este, pero lo que esta claro que nunca te olvidaremos...

    ResponderEliminar
  4. Paradeliña sigue a nuestro lado. Nos dejó tanto, nos dio tanto...

    Un fuerte abrazo Diego.

    Noche

    ResponderEliminar
  5. Recuerdo muy bien ese relato tuyo, Diego.
    María Jesús desde algún lugar, se estará riendo viendo el revuelo que ha organizado con su marcha.
    Muy emotivo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Sí, estará contenta al ver a su gente alrededor. Con concurso o sin, con tornillo o sin. Sólo con cariño.

    ResponderEliminar
  7. Precioso homenaje, la vida es así de cruel. Un abrazo a la familia y otro para ti.

    ResponderEliminar
  8. Nos ha dejado un tanto huérfanos, al menos así me siento yo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Compartió con nosotros su día a día, sus afanes y trabajos, sus compañeros ¿i?rracionales, sus comidas, sus desbroces... Una gran compañera y amiga. Es un buen homenaje el tuyo.
    Salu2

    ResponderEliminar