Hoy me he tumbado panza arriba en el viejo banco de piedra que hay en lo alto del cerro, como tantas veces. Con la cámara de fotos en la mano para ver qué se cocía por las alturas, en el cielo uno siempre encuentra algo, menos a dios. Quería fotografiar vencejos, me alegra verlos volar y chillar allá arriba. Pero el último vencejo ya emigró a África y mi foto salió vacía, si es que el azul del cielo no lo llena todo. Los vencejos son como puntas de pincel dibujando arabescos negros en la bóveda del atardecer, picassos en nubes rojizas. Cada vez más altos, más silenciosos, más pequeñicos. Los que saben de vencejos dicen que no duermen, que de noche suben más alto, más alto y allá arribotas siguen dibujando historias de luna que sólo ellos conocen.
El último vencejo voló rumbo al sur, persiguiendo al último insecto, y yo me quedé aquí, tó tumbao, mirando al cielo hasta la próxima primavera, en que regresará para alegrar el aire con sus gritos y sus giros imposibles.
(Foto: un cacho de cielo caravaqueño en octubre)
Volverán, como las oscuras golondrinas...
ResponderEliminarEstoy a tu disposición en lo poco que sé de ecología.
A partir de hoy mirare mas veces al cielo!!!
ResponderEliminarNo lograste captarlos con la camara, pero los he visto... en tus palabras.
Un saludo
Bueno, no vemos vencejos, pero si ese precioso cielo de color bonito.
ResponderEliminarEsperaremos a la primavera diego.
María Jesús, seguro que vuelven junto a las anduriñas, los aviones y los ruiseñores, las aves nunca fallan.
ResponderEliminarElla, mira al cielo, en lo más alto ahora seguro que puedes ver milanos reales, buitres, avefrías, cada época tiene sus pájaros y pajarracos deambulando por ahí arriba.
Angelito ¿ves como me gusta lo azul? :-) Lo malo es que esperar hasta la primavera tumbado en este frío banco de piedra puede dejarme los huesos que ni te cuento, uno está ya muy mayor, igual me levanto dentro de un par de meses...
Joder, es una lástima pero así es, los vencejos ya se han ido.
ResponderEliminarYo en mi terraza me gusta subir a ver a los vencejos dar vueltas alrededor de los tejados de la manzana. A veces pasan tan cerca de mi que casi puedo sentir su aliento.
Me gustan mucho los vencejos. Tendremos que esperar su vuelta.
UN ABRAZO.
Me gusta el azul de tu cielo de Kravak.
ResponderEliminarYa se han ido?... unos van y otros vienen...han vuelto los estorninos y los mirlos y malvises...