lunes, 22 de marzo de 2010

Abandonado


He salido de casa esta mañana, he subido caminando por la acera de enfrente y me he visto reflejado en el escaparate de la zapatería de la esquina. Mi aspecto es deprimente, voy desaliñado, vestido con ropa raída, pantalón sin planchar, zapatos que no han visto el búfalo desde hace meses, camisa con lamparones.

Y es que me tienes abandonado, ya no recuerdo la última vez que me preparaste aquel cocido que tanto me gusta, o aquel postre de pastel la cierva, ni tampoco me acuerdo de cuando me comprabas en el cortinglés aquellos trajes emidio tucci que tan bien me sentaban, y corbatas, y calcetines, incluso calzoncillos me comprabas, de esos de calvin klein, que estaba yo guapísimo en gayumbos delante del espejo del armario del dormitorio.

Abandonaíco perdío, así me tienes, ¡qué diría mi madre si me viera!, ya no me llevas a comer pizza pollo barbacoa al ginos, ni me invitas a ostras, como hacías antes, y he tenido que aprender a hacer una tortilla francesa, o incluso un filete, por comer algo, con lo que se enguarran los fogones y lo incómodo que es limpiarlos, yo que casi no sabía dónde quedaba la cocina en nuestra casa. Ni siquiera me compras el día de mi santo la colonia de armani que tanto me gusta, ahora huelo a colonia de garrafón que tengo que comprar yo mismo en el chino de abajo.

Pero bueno, soy generoso y te perdono, en el fondo sé que lo haces debido a cierta pasajera dejadez en el cumplimiento de tus obligaciones que te invade últimamente, estoy seguro de que pronto volverás a ser la esclava ¡huy, perdón, qué digo! la esposa fiel y sumisa que siempre fuiste, que volverás a encerrarte en la cocina para hacer las comiditas que me agradan, a vaciar el lavaplatos, a hacer mi cama, a planchar mis camisas, a fregotear las baldosas que ensucio y a arrastrar el carrito de la compra por el mercadona del barrio cuando vuelves del trabajo.

(Foto: zapatillas en la zona de transición, en el duatlón de Caravaca, marzo 2010)

13 comentarios:

  1. vaya Diego, me has dejado sin palabras...
    Creo realmente que lo que describes responde a la realidad de muchos hombres de hoy en día (aunque entiendo que no la tuya) aunque la realidad es que cuando se quedan solos si se las apañan bien y siguen yendo bien vestidos, vamos, no es que no sepan, es que es más cómodo lo otro ¿o no?

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  2. Hola Diego y las demás :)

    Cierto como que el cielo está encima nuestra.. aunque tengo la esperanza de que las mujeres se van dando cuenta de esto y van teniendo cada vez más frecuentemente esa dejadez; lo malo de todo esto es que son las mismas mujeres las que crían a sus hijos para que adopten "su" rol en la sociedad y respecto a su pareja, porque evidentemente hay que tener pareja..

    A mí me iba a pillar uno de estos hombres que describes...

    Gracias por esta reflexión :)

    Besitos :)

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  3. A mi, un hombre como el que describes diego, lo que me da es pena, mucha pena.

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  4. Hola!

    Angelito :) pues a mí no me dan pena los hombres así porque son ellos los que van inculcando en las mujeres que están a su lado que tienen que darles lo que ellos quieren y desean, que ellas son inferiores y ellos son los dueños y señores de la vida de sus mujeres..

    Besos :)

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  5. A mí no me dan pena los tipos así: me repugnan. Conocí hace poco un tipo que, en una tertulia entre amigos, dijo que si cuando él se casó hubiera existido la costumbre actual de compartir las obligaciones de la casa, sencillamente no se hubiera casado. Me dejó con los ojos como platos. Y su mujer, que estaba presente y lo oyó, no hizo ningún comentario, con lo cual mis ojos como platos duraron varios minutos. En fin, quiero pensar que estos energúmenos cada vez son menos frecuentes…

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  6. Qué pena que a estas alturas sigan existiendo seres como el que describes... Espero que esto cambie y nuestras hijas no tengan que aguantar a semejantes engendros...

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  7. Yo es que tengo el mismo o parecido sentimiento por este tipo de hombres y de mujeres.

    Creo que los dos sufrieron sendos (aunque opuestos) lavados de cerebro en su infancia, tan intensos que les descerebraron totalmente.

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  8. Hola!

    Desde luego creo que no hay que esperar que las hijas no se encuentren con alguno de estos, sino enseñarles que ellas son equivalentes a ellos, y de esta forma, como es normal, pues no se juntarán con hombres que piensen que son superiores a ellas. Esto es a veces dificilísimo porque, al aprender muchas veces por imitación, pues si la madre en casa es la que se encarga de todo (a veces después de trabajar fuera de casa) y el padre nada más que está viendo la tele, pues ya me dirás qué está aprendiendo el niño; de todos modos creo que el hecho de que en una casa se necesiten actualmente dos sueldos es beneficioso para que el papel de la mujer cambie, como se está viendo en muchos sitios.

    Besos Diego :)

    Besos a los demás :)

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  9. Holas.

    Pues yo casi que pienso como Angelito, me da pena esa soledad total de la que algunos no saben salir.

    Nadie nunca les enseñó nada y, lo peor, ellos jamás quisieron hacer ningún esfuerzo por aprender.

    Un beso.

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  10. Sí, Clara, Ana, Daisy, pero yo quiero creer que estos tipejos están en vías de extinción.

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  11. ay....que creo que solo clara ha entendido mi comentario.

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  12. Las madres tienen la culpa de todo y de esto también, pero las mujeres ( parejas) también, por consentirlo o propiciarlo ( ¿una forma de dominación perversa?)... Desgraciadamente, por muy en extinción que estén los tipos así, siguen existiendo ... y las tipas (¿?) también . Grrrr...
    A los míos, les tengo casi ( sólo casi) reformados jajaja ... Mi suegra todavía no se lo cree jajaja

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