Yo es que soy muy dejao para las cosas del fregoteo, pero cualquier día me compro el cristasol ése y los limpio ¡Miedo me da lo que me puedo encontrar dentro...! :D
Diego, el cristasol del alma es el cariño, las caricias y los besos (como ya sabes). Anda, deja la dejadez del fregoteo del alma, y ponte a limpiar los cristales.
Qué maravilla de versos, Diego.
ResponderEliminarMerecen música, porque imagen ya casi tienen.
Muy bonito, sí señor...
ResponderEliminarCreo que yo también debería de tintar algunos cristales...
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarEs precioso, Diego, me ha gustado mucho por lo sencillo y lo profundo..
Pienso que yo no ocultaría nada, ni las alegrías por un alma que se acerca ni las lágrimas si se aleja.
Besos :)
uffffffff como me gusta!!!
ResponderEliminarSiempre...siempre me sorprendes
muy bonito, me gustan :-)
ResponderEliminarbeso!
Yo ya probé lo de tintar los cristales de mi alma y me quedaron fatal.
ResponderEliminarTuve que usar mucho limpiacristales después, para que pudieran ver y me pudieran ver.
Ahora lucen espléndidos, menos algún dia que llueve-llora.
Yo es que soy muy dejao para las cosas del fregoteo, pero cualquier día me compro el cristasol ése y los limpio ¡Miedo me da lo que me puedo encontrar dentro...! :D
ResponderEliminarDiego, el cristasol del alma es el cariño, las caricias y los besos (como ya sabes). Anda, deja la dejadez del fregoteo del alma, y ponte a limpiar los cristales.
ResponderEliminarel herrerillo